Islas Fiyi contra España

Era el único tenista de las islas Fiyi aunque en realidad había nacido en Samoa. Sus padres abrieron el primer hotel en Nadi y allí se trasladaron a vivir con gran disgusto del niño que ya había hecho sus amistades samoanas, en particular con una compañera de colegio de la que se quedó prendado nada más ver su rostro sonriente. En un costado del hotel, al lado de la piscina, construyeron una pista de tenis redonda, la única pista redonda del mundo debido al espacio y a la idiosincrasia de los samoanos emprendedores. Allí fue donde el tenista aprendió a dar sus primeros golpes con una raqueta de bambú que él mismo se había construido. Todos en Nadi jugaban al rugby menos él por lo cual practicaba con la pared del balneario hasta que llegó a la isla un español muy aficionado cargado de raquetas, dos Head de 300 gramos y una Yonex, de 300 gramos. Para entonces, el tenista de Fiyi había conseguido ya una Babolat como la de Rafa, de 300 gramos probablemente a través de Amazón. Como no había esquinas debían dar sus golpes con gran precisión e inventaron el saque girado colindante, el drive curvo envolvente y el revés enroscado circundante. Jugaban partidos muy disputados: "ventaja Fiyi", decía el fiyiano, "ventaja España", decía el hispano que jugaba mejor que calentaba. Después del partido se iban a tomar una fanta al bar de Yola, una fiyiana muy afanosa que les ponía buenas raciones de cacahuetes, platos de malanga y raciones de boniato.

Luego se iban a casa y mascullaban cómo ganar al contrincante en el próximo match aunque siempre dijeran que lo importante era practicar, mejorar y hacer deporte.

Kimi