We, the (poor) people

Debería sorprender que gestores públicos trabajen y prediquen a favor de lo público, pero lleven a sus hijos a colegios privados, por ejemplo. Lo público, esa amplia dimensión de nuestra vida social, es el último recurso de muchos, pero también es percibida como un coste ineficiente o inútil por otros tantos. Aún asi, la idea se mantiene, potente y sencilla: el compromiso entre los ciudadanos es contribuir para una sociedad mejor, donde unos pagan para que el resto mejore su calidad de vida y puedan ganar más, y pagar más impuestos... y así sucesivamente. Estés o no de acuerdo con ello, hay que pagar impuestos para una sociedad mejor. Y ese "mejor" se refiere al común de los ciudadanos. Todo empezó con lo de "Nosotros, el pueblo", las tres palabras que cambiaron el mundo en 1776 con la declaración de independencia de los EEUU, dicen que con un brindis de vino canario. Me lo creo.

Pero cuando nos preocupamos más de no pagar o pagar poco, en lugar de saber en qué se gasta lo que pagamos, estamos ignorando y despreciando nuestro compromiso en favor de una sociedad mejor. Con esa forma de pensar (pagar para qué?), estamos dando por sentado que un gestor publico será ineficaz o incluso corrupto si tiene ocasion de serlo. Acaso igual que nosotros mismos, cuando aceptamos una factura sin igic por ser más barata...

Aún peor es la idea de que la ineficiencia de lo público no afecta a nadie. En tiempos de abundancia parecía no haber problema, sobraba para todos. Pero con la crisis la situación se ha vuelto en contra, y la corrupción se ha vuelto de pronto la causa de todos los males. Nuevos discursos políticos han fomentado una confusión (interesada) entre la desigualdad económica y la falta de honestidad de muchos gestores de lo público. ¿En qué momento alguien decidió que una sociedad de auto proclamados iguales es inmune a la corrupción?. La corrupción existe en muchos sitios, pero la verdadera diferencia está en cómo reaccionan los pueblos ante ella (la justifican o la condenan), no en cómo se reparten las ganancias. Y eso tiene mucho que ver con la educación.

Este debate surgió en mi cabeza un lejano verano de mi juventud, viajando por Europa, en Suiza concretamente. Necesitaba un detergente y compré el más barato, el único que no era biodegradable. Alguien me preguntó por qué no compré uno más caro y respetuoso con el medio ambiente, y yo respondí "de qué sirve que yo lo haga si muchos no lo hacen?". Su respuesta: "si no lo hago yo, quién lo va a hacer?"

El compromiso de unos con otros es pura y simple educación, buena educación, de la que se aprende perfectamente bien en un colegio público. Como al que han ido mis hijos desde siempre. La falta de Educacion ES el problema a resolver y NO la base sobre la que reconstruir la democracia. Y menos aún esa "nueva democracia", tan farisea de pobres y ricos, que se alimenta de la ignorancia de unos y el egoísmo de otros. El "people" de 1776 incluía a todos, esa era la clave de su poder.

En fin, les dejo con un vídeo que aparentemente no tiene nada que ver con el tema, pero que casualmente es de un concierto que pude ver en directo aquel mismo verano de Suiza. Fue en el prestigioso festival de jazz de Montreaux y, para mí, supuso un antes y un después en muchos aspectos. Feliz principio de septiembre.