El tumor

"Los males que no tienen fuerza para acabar con la vida, no han de tenerla para acabar con la paciencia" (Don Quijote de la Mancha)

Fuimos mi hermana y yo a por los resultados de sus análisis. Las dos hablábamos de muchas cosas, de sus niños, de las locuras de nuestra madre, de la comida de navidades a la que este año irían Pablo y Marta tras su divorcio amistoso. La verdad es que ninguna quería enfrentarse al momento en el que el médico nos dijera si su tumor era bueno o malo. Estaba nerviosa y quería ir al baño pero tampoco me gustaba dejarla sola ni un minuto, la espera era larga y buscaba temas para conversar, me miraba los zapatos, le comentaba que quería comprarme otros de tacón para las fiestas aunque me fastidien las caderas, evitaba hablar de dolores, de enfermedades. Nos llamaron, el doctor nos esperaba con una sonrisa que no supe interpretar: es bueno, nos dijo, ¡Es bueno, joder!, dije yo y rompimos a reírnos y a llorar como dos tontas.

Rosi