02.01.2018 12:10h.

La Lectura

Por Julio García-casarrubios Sainz

Es Noche Buena, y no quiero ennegrecer este día alegre pensando en política. La política, la que nos invade en estos momentos, la que protagonizan sus actuales prebostes, no produce en nuestro ánimo nada que se asemeje a la alegría que nos debe invadir en este día 24. No sabía, estaba pensando en qué lectura sumergirme, que me regalara esa alegría que busco, la que rebusco en un día tan señalado como el de La Noche Buena.

Pero mire Vd. por donde se me enciende una lucecita, en esta ya muy gastada cabeza, -si es que la sesera se gasta-, que no lo sé. Y en el centro de esa lucecita aparece la palabra "lectura". Pero no en el sentido que buscaba; no pensando en qué lectura escoger. No. Era la palabra misma. No es "una lectura" la que se ha encendido, la que se ha colocado delante de mí, no. Ha sido "La Lectura".

¡Qué bonita palabra! "Lectura". Sí. Con la idea fijada en esa palabra he abierto el foro para la Educación. Lo he abierto y me he puesto a escribir. Si lo que distingue la Navidad es la alegría, lo que debe distinguir, lo que debe inundar siempre que hablemos de Educación, es "La Lectura". Debe ser siempre le centro de toda tarea educativa. Si fracasamos en la lectura habremos fracasado en todo. No hay progreso posible en la formación del alumno si no sabemos encauzar la lectura.

Siempre hemos dicho que a los alumnos hay que inculcarles la lectura como placer. Claro. Pero placer ¿en qué? El placer no debe estar en el hecho de leer, sino en el hecho de aprender. Una buena didáctica de lectura debe ser aquella que motive al alumno a leer porque es allí donde encuentra respuesta a sus inquietudes.

¿Que quiero saber sobre la historia de mi pueblo? En la lectura está la solución. ¿Que quiero saber por qué un coche de Fórmula-1 puede ir a 300 Km/h? En la lectura está la respuesta. ¿Que siento la curiosidad de saber por qué el sol sale y entra siempre por el mismo sitio, y la Luna no? En la lectura está la respuesta. De la inquietud por saber, vendrá la afición por la lectura.

Debe darnos igual si un alumno de la ESO prefiere estudiar los animales o las plantas, si el mar o la montaña; si el mar o los ríos, si la historia o la economía. Pero lo que no debe darnos igual es, que sepa o no leer. Y leer bien; leer enterándose muy bien de lo que lee. Que esté convencido de que en la lectura encontrará todo lo que busque. De ahí la necesidad de que la lectura sea el punto central de todo sistema educativo. Todo debe pivotar en torno a la lectura.


Julio García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas. Ciudad-Real

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