Consuegra y la cultura del Pincho Medieval

1.- ¿Cómo surgió la Red de Ciudades Medievales? ¿Quién se ha integrado hasta ahora en ella?

Surgió de la idea de las características, necesidades y preocupaciones comunes que tienen municipios pequeños, de entre 5.000 y 20.000 habitantes, con patrimonio histórico, solera, tradiciones, y muchas más cosas en común de las que pudiera parecer a priori, como demuestra el hecho del hermanamiento entre cocineros que se ha producido a lo largo de los años, y el nacimiento de una cultura del pincho en localidades donde no era habitual. Hasta ahora forman parte de la Red de Ciudades y Villas medievales las localidades de Almazán (Soria), Consuegra (Toledo), Coria (Cáceres), Estella-Lizarra (Navarra), Hondarribia (Gipuzkoa), Laguardia (Alava), Olivenza (Badajoz), Pedraza (Segovia) y Sigüenza (Guadalajara) en España, y Marvão en Portugal. Su objetivo es promocionar y difundir el rico legado histórico de estas villas y ciudades. La ruta establecida arranca en Hondarribia y termina en Marvão, aunque uno de los objetivos marcados por la Asociación es hacer extensiva la iniciativa a otros países como Francia y Portugal. Bajo la estrategia de que "la unión hace la fuerza", Bidasoa Turismo reúne a 12 municipios para formar la Asociación Red de Ciudades y Villas Medievales con el claro objetivo de promocionar el turismo en torno a la Edad Media como hilo conductor. El nexo que une nuestra oferta turística no es sólo geográfico, sino, y esto es lo que la hace realmente única, es temporal: la Edad Media.

2.- ¿Existe realmente un vínculo actual entre una ciudad medieval vasca y una de Castilla-La Mancha, Hondarribia y Consuegra, por ejemplo?

Existe. Los hay históricos, como los caminos de peregrinación, por ejemplo, o las rutas comerciales que llevaban el bacalao en salazón del Cantábrico a la península y que dieron origen a una rica tradición gastronómica, como se puede ver, por ejemplo, en Almazán. También los hay contemporáneos. Trabajar en red, es lo que todo el mundo hace ahora, ¿no? Las redes sociales se han vuelto fundamentales en nuestras vidas. De hecho, hace poco tiempo que por primera vez las estadísticas dicen que miramos más los móviles que la televisión. Trabajar en red siempre ha sido bueno, ahora, es imprescindible. Juntos somos más fuertes.

3.- ¿Cuáles son los objetivos que persiguen en el plano turístico e intercambio de ideas?

Muchos. De momento, promocionarnos unos a otros. Como decía antes, el intercambio gastronómico entre unas y otras ciudades ha conseguido hacer nacer una cultura gastronómica del pincho en ciudades como la de Marvão, reforzar otras, como la de Sigüenza o Almazán, o que ingredientes cuyo uso han conocido los cocineros en sus viajes a estas ciudades, pasen a formar parte de sus cartas de pinchos. Esto se lleva haciendo ya muchos años, tantos como ediciones tiene el concurso. Pero queremos ir a más. La red se mantiene después de tres elecciones municipales y, sobre todo, después de la crisis económica. A medida que llegue la recuperación, lo harán también otras actividades comunes.

4.- ¿La crisis ha afectado también a la conservación de tantos y tan magníficos monumentos medievales españoles? ¿La red se preocupa también del patrimonio de estas ciudades?

La crisis ha afectado a todo. Lamentablemente la Red no tiene aún la capacidad económica de llegar hasta la conservación de los monumentos. Lo que sí es indudable es que cada una de las ciudades se preocupa de la promoción del resto, puesto que los equipos de turismo de unas y otras están en permanente contacto.

5.- Hablemos finalmente de la gastronomía: ¿existe realmente una tradición medieval o se está creando ahora?

Pues yo diría que las dos cosas. Para elaborar sus pinchos, los cocineros investigan cómo se hacían las cosas antaño, cuáles eran las técnicas de conservación de los alimentos, cuáles eran los ingredientes que se usaban y cómo se mezclaban. Lo que también hacen es interpretarlas con técnicas modernas. Además, llevan a la gastronomía de los pinchos elementos arquitectónicos de cada ciudad, en las que son verdaderas maravillas culinarias.

LA RED DE CIUDADES Y VILLAS MEDIEVALES

Red de Ciudades y Villas Medievales es una alianza integrada por diez municipios de la Península Ibérica cuyo patrimonio medieval les confiere un atractivo turístico de primer nivel. La Red, que atraviesa la península de Norte a Suroeste, tiene como fin la promoción y difusión de estas localidades, en las que el medievo ha dejado su poderosa huella. Almazán, Consuegra, Coria, Estella-Lizarra, Hondarribia, Laguardia, Olivenza, Pedraza y Sigüenza en España, y Marvão en Portugal, integran esta unión de ciudades y villas que encierran imponentes paisajes, gastronomía y oferta cultural.

Entre los fines de la Red de Ciudades y Villas Medievales destaca la promoción turística y la organización de determinados eventos que permitan dar a conocer a un mayor número de personas estas localidades.

Uno de los objetivos marcados del proyecto es poner en valor la riqueza y variedad de recursos de unas localidades, que han sido escenario de importantes acontecimientos históricos, siendo su acervo cultural la marca por las que se las reconoce nacional e internacionalmente.