¿Qué le pasa a Vicente Tirado?

TIRADO Y VAQUERO, UNA BUENA RELACIÓN

Vicente Tirado es el secretario general del PP, uno de los hombres fuertes de Cospedal en Castilla-La Mancha. Durante el gobierno del PP (2011-2015) fue presidente de las Cortes Regionales. Tras perder el gobierno, Tirado ocupó el puesto actual de vicepresidente segundo de las Cortes.

Jesús Fernández Vaquero es el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha. En los últimos años ha intercambiado papeles en las Cortes con Tirado. Tras ganar ellas últimas elecciones el PSOE con el apoyo de Podemos, Vaquero fue nombrado Presidente de las Cortes. 

Es sabido que a pesar de sus obvias diferencias y los duros enfrentamientos entre ambos partidos, Tirado y Vaquero han mantenido siempre un trato afable, cercano y han tendido puentes cuando la cordura lo precisaba, más veces de las que parece.

LA TENSION EN EL PP DE COSPEDAL

No se trata pues de un enfrentamiento personal, ni de una lucha de egos, ni de un personaje político de especial virulencia. Cada cual ocupa su papel y trata de hacerlo de la mejor manera posible, aplicando en cada momento las normas básicas de comportamiento.

Tirado lleva un tiempo muy nervioso. Y ha llegado a perder los papeles por mucho que en su partido sigan intentando jugar a la posverdad, la llamaba “mentira emotiva” o una mentira asumida como verdad por su repetición o por apelar a ciertos sentimientos. Una palabra y una realidad de moda.

Hay quienes opinan que la que está de los nervios es Cospedal. La única espina que pinchó el globo de su Congreso Nacional fue la la enmienda para evitar su acumulación de cargos. Enmienda que dio lugar a fundadas sospechas de pucherazo y que fue presentada por un militante del PP de Cuenca. A Cospedal le importan poco estas cosillas pero la trascendencia en los medios fue relevante y mucho más la marejada interna en los cargos de su partido como Martínez Maíllo, que le dio ejemplo al dimitir de la alcaldía de su pueblo para dedicarse a la coordinación del PP.

El espectáculo de la enmienda “antiCospedal” fue determinante para que la ministra, diputada y secretaria general del PP presentara de nuevo su candidatura a la presidencia del PP de Castilla-La Mancha: ya no podía echarse atrás. Otra vez se alzaron voces que pedían menos cargos y más dedicación a nuestra región y otro militante de base, un bombero de Puebla del Príncipe, en Ciudad Real, anunció la presentación de su candidatura alternativa a la de Cospedal.

La ministra está más que fogueada en solventar asuntillos como estos tras lo que ha debido ya lidiar con Bárcenas, la contabilidad en B, la Gürtel, etcétera, pero lleva mal que estos movimientos hayan surgido en el PP de Castilla-La Mancha, precisamente el que ella controla o se supone. Y lleva mal que le pregunten sobre el tema en las ruedas de prensa y lo que te rondaré morena hasta que pase el Congreso Regional. Acusan a Cospedal desde su propio partido de no haber controlado su cortijo, de haber perdido la iniciativa en la región y haber generado un conflicto con su manía de acumular cargos.

¿Y qué hace Cospedal? Cargar contra los suyos, contra los que siempre la han apoyado, quienes le dieron los votos y trataron de hacer pantalla al pucherazo de la Caja Mágica.

La presión de Cospedal ha hecho perder los nervios a un político tan templado como Vicente Tirado, expulsado este lunes de la reunión de la Mesa de las Cortes.

DCLM