PSOE y Podemos CLM, razones para el rencor y el diálogo

Los dos diputados de Podemos votaron en contra de los Presupuestos de Castilla-La Mancha y, de momento, se han debido prorrogar las cuentas del año pasado. La posición del PSOE ha quedado ya clara: a su juicio, Podemos le asestó una puñalada por la espalda en el último minuto que han pagado los castellano-manchegos y a partir de ese momento, los socialistas iniciaron una amplia campaña contra el partido morado para explicar lo sucedido. Este mismo lunes, el presidente Page ha explicado que Podemos estaba de acuerdo con las enmiendas tramitadas en las distintas comisiones, que ese fue el proyecto que se llevó a Pleno y que los dos diputados de Podemos votaron en contra, junto al Partido Popular.

Podemos, por su parte, ha explicado tímidamente su postura, asegura que no se aprobaron enmiendas que para ellos eran importantes y poco más. De entrada, se echa de menos una tarea pedagógica en los medios para que la postura de Podemos sea comprensible porque hasta ahora han trascendido más las divisiones entre los dos diputados en las Cortes, Molina y Llorente, que las verdaderas razones que argumentan para votar NO.

Llegados a este punto, parece preciso mirar hacia delante pensando ambos partidos, PSOE y Podemos, en el futuro de Castilla-La Mancha.

No es fácil. Ahora mismo, los socialistas siguen cargados de razones contra Podemos y Podemos cargados de coraje por la campaña desatada por el PSOE a la que se han unido organizaciones sociales y medios de comunicación. Pero quien sale ganando de esta crisis es, sin lugar a dudas, un Partido Popular que parece hundido en el fango de la corrupción pero tocado por la diosa fortuna, gracias a un nuevo episodio más de la izquierda dividida.

Tal vez haya que esperar al cónclave de Podemos en el que se elegirá la dirección de sus órganos en Castilla-La Mancha, pero parece sensato iniciar también contactos de PSOE y Podemos. Los socialistas deben recordar que no tienen mayoría absoluta y Podemos que cuentan con dos diputados y que resultaría incomprensible que siguieran votando lo mismo que el PP de Rajoy y Cospedal, un presidente y una secretaria general que deberían haber dimitido hace tiempo por sus mentiras y sus escándalos como al final se ha visto obligada a hacerlo Esperanza Aguirre.

DCLM