Cuerpo a tierra que viene Iglesias / Miguel Nieto

¿Se imaginan España gobernada por Pablo Iglesias? Pues no lo fíen como imposible porque todo puede ocurrir, que cosas más difíciles se han visto. Eso sí para que ocurra debe contar con la mayoría, cosa poco probable a no ser que los socialistas y otros grupos se pongan de felpudo por donde Pablo pasee rampante hacia la Moncloa.

Éramos pocos y parió la abuela, podríamos decir para definir la nueva política de gestos que se instala en la España de los desheredados. Porque Iglesias, lo quiera o no, tira de la pelagra y de la demagogia para ocupar espacios mediáticos sin mayores pretensiones. Lo suyo es inventar cada día un mensaje para estar vivo, sin importar si tiene o no recorrido. La moción de censura es el ejemplo.

Pero vayamos al meollo de la cuestión, tomémoslo con humor e imaginemos un gobierno presidido por Iglesias. Para huir de la catalogación de casta, su primera medida sería escapar de los estereotipos que acuñan la marca casta: ¿Viviría en la Moncloa o en su defecto en una tienda de campaña instalada en sus jardines? ¿Renunciaría a las gabelas que el poder permite tales como coche oficial, sirvientes, escolta, aviones privados y demás? ¿Cobraría el sueldo de presidente del gobierno, que ronda los 90.000 euros, o se pondría el mínimo interprofesional que separa lo que él denomina casta del ciudadano de a pié? ¿Tomaría posesión delante del rey o directamente proclamaría la república para evitarse el trago? ¿Y en su caso, prometería, juraría o simplemente asaltaría la bastilla delante de El Capital de Carlos Marx?

¿Imaginan? Pues en esas estamos, en discutir lo imposible para entretener, para mediatizar, para interferir, para joder en suma. La estabilidad en estos tiempos pasa por vivir a lomos del sobresalto día sí y otro también. Las ocurrencias han sustituido a las ideas y la imaginación se cotiza a la baja. Para ser político mediático tienes que tener la capacidad de decir cien gilipolleces por día y no explicarlas. Es lo que hace Pablito desde el púlpito de la escena pública.

Hubo un tiempo en el que la izquierda ayudaba a gobernar. Ese tiempo le sirvió a España para ser un país de garantías, de solidaridad, de futuro. Ahora la izquierda se fragmenta en grupos que van desde el comunismo puro y duro (Podemos ha desalojado a los comunistas de rancio abolengo) y los socialistas que no encuentran su espacio. Mientras que Susana y Pachi López apuestan por esa izquierda moderada, Pedro se entrega a una visión más radical que pudiera permitir un gobierno de coalición con Podemos. Y aquí es donde me pierdo cuando leo las encuestas y veo que la marca PSOE no desaparece del mapa, antes al contrario sigue en segundo lugar. Me lo expliquen.

Y puestos a seguir imaginando con mala leche a raíz de la moción de censura, ¿la casta podría seguir viviendo en España? Porque un gobierno comunista que se precie tendería a eliminar las diferencias sociales e igualar las clases, de tal manera que todos fuéramos uno, sin diferencias. ¿Y a partir de qué ingresos te catalogarían de casta? Y la última, ¿haríamos caso a Bruselas con lo del déficit (Alexis Txipras, versión de Pablo Iglesias en Grecia, le está metiendo y bien la tijera a los griegos) o nos lo pasaríamos por la entrepierna?

Muchas preguntas para el candidato a presidente y una sola respuesta, que dios nos pille confesados. "Tontás las justas".

Miguel Nieto/periodista