Malasia prohíbe el "Despacito" de Luis Fonsi

Cada verano tiene su murga, que no es otra cosa que esa música que llega a convertirse en la banda sonora diaria, asociada al número de un año o tal vez una década. Así  el 70 nos sugiere "Un rayo de sol" de Los Diablos, el 80 la "Escuela de calor" de Radio Futura, y los 90 la "Macarena" de los del río". 

Desde Macarena, y hasta este año, ninguna canción en español, había vuelto a ocupar las listas de éxito en EEUU hasta este 2017. Este año  llegó la diana de todos los memes del verano "Despacito" de Luis Fonsi; y es que algunas canciones del verano, a pesar de ser tan insistentes como esta, nunca llegaron a esas célebres listas de éxitos: no sirvió el "Torero", "Bailando", ni siquiera "La bicicleta",  del año pasado. Precisamente porque tenía que ser "Despacito" y con Justin Bieber. 

"Despacito", fue "Rapidita" en su ascenso a la fama haciéndose viral al poco de su lanzamiento durante el mes de enero y alcanzando aún mayores cotas de éxito cuando la estrella canadiense del pop Justin Bieber apareció en un remix. Con 4.600 millones de reproducciones en las plataformas de internet YouTube y Spotify entre otras, ha desplazado en el ranking de streaming al propio Justin Bieber que hasta ahora tenía este título con 4.338 millones de reproducciones de su canción "Sorry". “Despacito” arrasó también en YouTube, donde el video es el cuarto más visto de la historia, con 2.660 millones de reproducciones

A día de hoy la canción se encuentra en el número 11ª en Italia, 5ªen México,  3ª en Costa Rica y Argentina, 2ª en España, y es número 1 en Rumanía, Francia y EEUU. 

Sin embargo Malasia, ese país del continente asiático, con clima tropical y gobernado por una monarquía electiva constitucional, basada en el parlamentarismo de Westminster,  ha prohibido disfrutar de esta canción a sus ciudadanos por considerar su letra obscena. 

Es cierto, que aquí ya huimos de las notas de la canción, tras siete meses de audición ininterrumpida,  pero es seguro que cuando la escuchamos por primera vez nos "encantó", y permaneció en nuestra cabeza después durante mucho tiempo. Por "pegadiza", por optimista o por divertida.

Los límites los ponemos nosotros mismos cuando parar o cuando no escuchar. Sin embargo es difícil poner medida a canciones tan populares porque es inevitable escucharla en cumpleaños, verbenas, atracciones de feria, bodas, bautizos y comuniones. La multitud manda. 

Aun así siempre es preferible seguir haciendo memes sobre lo cansados que estamos de escucharla, que "alguien" que ostenta una corona electa nos lo prohíba; al fin y al cabo de todo tiene que haber en este mundo y por eso, ahora los que esquivan la canción, ya saben dónde pueden ir de vacaciones este verano.

Paloma MORATILLA