Castilla-La Mancha está cansada de ser la "alberca" de Murcia.

Cuando la ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, García Tejerina, abre la boca, los agricultores castellano-manchegos tiemblan y los murcianos aplauden.

La ministra ha lanzado un titular en prensa “No queda agua en los embalses”. Por un momento desde nuestra tierra vimos la paralización del trasvase, aunque solo sea de manera temporal. Una lástima porque quien elaboró el titular no leyó completa la noticia. Ante la sorpresa y la posibilidad de convencimiento de dar un respiro a Entrepeñas y Buendía,  se puede seguir leyendo mientras la vallisoletana del Partido Popular nos cuenta que la reserva hidráulica de este país se ha quedado en el 37.8%, pero completa la información con “No queda agua en los embalses en Castilla y León y no hay más remedio que limitar el agua para el regadío”.

Durante la mañana de este martes, la ministra ha participado en los Desayunos de Forum Europa, y ha hecho una exposición de sus criterios, muy personales, muy partidistas y poco prácticos, además de injustos sobre la situación actual de este año de sequía.

La amiga de Cospedal ha confirmado que en las nuevas políticas hidrológicas dedicará una especial protección a los espacios medioambientales, que considera clave, como son: el Mar Menor (en primer lugar y de forma destacada), Doñana y el Delta del Ebro. Ni una sola palabra para el Tajo ni para Castilla-La Mancha. ¿Y ahora qué señora Guarinos? ¿No le ha contado usted en qué condiciones se encuentra el Tajo? ¿Tampoco el Delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, que tiene esta competencia entre sus atribuciones, ha dicho nada a la ministra sobre la situación de Entrepeñas y Buendía?

Sin embargo, la duda sobre la veracidad de sus palabras salta cuando comienza a dar datos. Hay que reconocer que para algunas personas 10 + 12 son 5, por eso cuenta que se ha nutrido al Segura con 350 hectómetros cúbicos procedentes de los trasvases + las desaladoras. Las cuentas no salen, porque solamente de la cabecera del Tajo se ha llevado casi 400 hectómetros cúbicos, con una serie de trasvases presuntamente ilegales que nadie ha sido capaz de parar, ni siquiera en plena sequía y cuando el límite permitido ya había sido superado con creces. Tal vez Alonso, Arnedo, Nuñez o Robisco deberían haber recordado a la ministra que no se pueden hacer trasvases cuando los embalses están por debajo de los 400 htm cúbicos. 

Afirma igualmente que se siente orgullosa de que las desaladoras estén trabajando este 2017 al 100%, cuando en 2012 solo funcionaban al 15%. La lástima es que las pongan en marcha “cuando ya no queda más remedio”, ni un minuto antes y el enigma es cuánta agua han vertido al Segura las desaladoras. Algo que podría preguntarle la señora Riolobos. 

Como toda gran declaración tiene un apoteósico final, terminó diciendo que con los 350 Hmt de agua del trasvase y de las desaladoras se ha logrado un récord de exportación de frutas y verduras, que desde luego no eran de Castilla-La Mancha. Record que se transforma en beneficios, que se suman a los de los campos de golf, los hoteles y las playas. Algo que tal vez quiera explicarnos Cañizares. 

En todo su discurso, con declaraciones sorprendentes y anuncios de esperanza futura, no estaban las palabras Entrepeñas, Buendía, Tajo, ni Castilla-La Mancha, como siempre y para no variar ¿Es mucho pedir que pusieran un ministro o una ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que alguna vez pensara en Castilla-La Mancha y en los castellano-manchegos? Un ministro o ministra que lo fuera para toda España y no solo para una parte de ella. Que defendiera el agua en todas sus tierras y no solo en una parte de ella. Que repartiera con equidad los beneficios de la naturaleza en todas las tierras y no solo en una de ellas...que hablara para todas las tierras y no se olvidara siempre de la misma…¿Verdad, señor Tirado?

elObservadorDCLM