La travesía de Emiliano García-Page

Tras perder José María Barreda, por un escaño, las elecciones en 2011, el PSOE de Castilla-La Mancha encomendó a Emiliano García-Page la tarea de recoger los restos del naufragio e iniciar la dura travesía de la reconstrucción. No fue un encargo sencillo porque Page se encontró con el PP gobernando con mayoría absoluta, tanto en la Junta de Comunidades como en el Gobierno nacional y con el PSOE en el peor momento de su historia reciente. Aparte de Toledo, los socialistas solo contaban, entre las grandes ciudades, con la alcaldía de Cuenca y una sola Diputación, la de Ciudad Real.

La caída fue más dura tras 28 años del PSOE en el gobierno, con José Bono y Barreda: mucha gente que había trabajado para el partido y para la Junta se encontró de pronto con dificultades para reubicarse. Por entonces, Page era alcalde de Toledo y tuvo que soportar o lidiar con la etapa más negra de manipulación de una televisión pública en manos de Cospedal, una presidenta ajena a la Región que no supo o no quiso conectar nunca con los ciudadanos de Castilla-La Mancha.

DOS DESENCUENTROS Y DOS ENCUENTROS: PODEMOS Y PEDRO SÁNCHEZ

Se le reconocen a Page habilidades e inteligencia política que fraguó durante su andadura con José Bono donde ya demostró una gran experiencia como portavoz del gobierno. En esos años, desarrolló sus dotes de entendimiento con los medios de comunicación, con la sociedad castellano-manchega y, lo que es más importante, aprendió que su principal tarea era luchar por sus intereses, la justa medida entre un regionalismo que no es nacionalista ni populista, la exigencia propia y ajena de no ser más que nadie pero tampoco menos que nadie.

Page ganó las elecciones en la primera ocasión que se enfrentó a María Dolores de Cospedal con el apoyo de los dos diputados de Podemos. Tras esas elecciones de 2015, el PSOE mantuvo además la alcaldía de Toledo, ganó la de Ciudad Real, perdió el ayuntamiento de Cuenca y sumó tres diputaciones, Toledo, Ciudad Real y Albacete.

Sin embargo, el trabajo de Page en el PSOE y en el Gobierno no resultó tampoco fácil entre los vaivenes de Podemos y el desgarrador, aunque también superado, episodio de la guerra fratricida en el seno de su partido. Hubo momentos en los que cualquiera habría tirado la toalla. Page siguió hacia adelante. Vivió momentos de zozobra, cuando los dos diputados de Podemos votaron no en las Cortes a los presupuestos de este año y, ya estaba a punto de convocar elecciones, cuando, el diez de agosto, alcanzó un acuerdo: la entrada de Podemos en el Gobierno y la aprobación de las cuentas de Castilla-La Mancha.

La otra herida sería sin duda más dolorosa ya que, además, Page quedó muy expuesto, en medio de la guerra fratricida en el seño de su partido. Igual que buena parte del aparato, Page apoyó abiertamente a Susana Díaz. El 21 de mayo de este año, Pedro Sánchez arrolló en las primarias. Fuera una jugada del destino, un error de cálculo, un mal consejo, una nefasta apuesta, el mal ya estaba hecho y las consecuencias eran imprevisibles para García-Page. Fue, sin duda el peor momento de Page porque, a la incertidumbre con los presupuestos y el descalabro en su partido se unió, el día 4 de abril, el fallecimiento de Elena de Cruz, consejera de Fomento, con tan solo 44 años.

LA OPOSICIÓN DEL PP O LA VENGANZA DE COSPEDAL

Las luces llegaban desde la gestión en el gobierno regional:  García-Page iba mejorando todas las cifras económicas que dejó el anterior gobierno y avanzaba en la reconstrucción del edificio social que Cospedal destruyó deliberadamente. En esos días tan delicados, la descabellada oposición del PP en Castilla-La Mancha, basada en la venganza de Cospedal contra Page, fue el menor de todos los males, debido a la escasa credibilidad de los populares y a su exigencia de que el nuevo gobierno ejecutara políticas que nunca realizó la propia Cospedal. Todo un insistente despropósito, ya que los portavoces del PP, brazo ejecutor de la estrategia de Cospedal, eran incapaces de reconocer que las elecciones las ganó Page pero, también, las perdió la mujer que nunca supo amar a Castilla-La Mancha. Parecía un enrevesado nuevo episodio de la saga Millennium.

La brecha abierta con Pedro Sánchez se fue cerrando con grandes dosis de diálogo y acercamiento. Todos en el partido eran conscientes de que cada día que el PSOE pasaba expuesto a su crisis, perdía credibilidad y votos en favor de los otros partidos que sacaban provecho de las diferencias y las airearan en los medios de comunicación.

Tras cerrar el acuerdo con Podemos y sacar adelante los presupuestos generales de Castilla-La Mancha, García Page recibió, a finales de septiembre, el apoyo del 71 por ciento de los militantes y, el 29 de octubre, fue reelegido secretario regional de su partido. Entonces prometió una profunda renovación que llevó al XI Congreso Regional donde presentó una Ejecutiva paritaria, joven y muy renovada, compuesta de 51 miembros: de ellos, 43 son nombres nuevos.

EL RELEVO DE FERNÁNDEZ VAQUERO POR SERGIO GUTIÉRREZ

Durante sus buenos y malos días en el partido, Page contó con el apoyo de su secretario de Organización, Jesús Fernández Vaquero. Con su amigo y compañero pasó una primavera y un verano muy complejo y delicado. En esa renovación del PSOE de Castilla-La Mancha, Vaquero ha dado paso a Sergio Gutiérrez. El nuevo número dos del PSOE de Castilla-La Mancha nació hace 35 años en Escalona (Toledo). Gutiérrez coordinó la campaña de García-Page en las primarias y siempre ha sido uno de los más destacados valores de los socialistas castellano-manchegos. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, diputado del Parlamento Europeo desde hace más de siete años; fue secretario general de Juventudes Socialistas de España y portavoz de la Plataforma en Defensa de la Educación Pública de Castilla-La Mancha y de la Unión Progresista de estudiantes entre 2000 y 2003.

LOS “SANCHISTAS” DE CASTILLA-LA MANCHA

Durante su travesía, Page no estuvo solo aunque, en los peores años del gobierno del PP, muchas personas desde diversos sectores, huyeron en desbandada o cambiaron de bando, de la misma forma descarada que luego regresaron cuando volvieron a gobernar los socialistas. Otros siguieron cerca de Page, confiaron en él y le apoyaron sin desmayo.

Ahora se celebran primarias socialistas en las provincias. De la ya pasada confrontación interna nacional en el seno socialista surgió un movimiento en Castilla-La Mancha que se arrogó la estela y el apoyo de Pedro Sánchez y entró en confrontación con García-Page. Algunos de ellos eran veteranos socialistas que se sintieron en su día apartados o no suficientemente valorados por el nuevo equipo. Porque, en el frío mundo de la política puede sorprender pero se valora bastante el cariño y se considera una ingratitud que se vuelva la cara a quien un día ofreció su trabajo y su apoyo. Hay quien confiesa esos sentimientos pero también, entre los opositores a Page, están quienes realmente creyeron y apoyaron a Sánchez, otros que vieron el momento de iniciar carrera en el partido y otro grupo, molesto porque no sintió cumplidas sus expectativas profesionales o personales.

PRIMARIAS EN LAS PROVINCIAS

Page ganó sus primarias con un 71 por ciento de votos. Fue así de contundente el apoyo que recibió el líder socialista entre los militantes de la Región frente al que se autodenominaba “sanchista”, José Luis Blanco, alcalde de Azuqueca de Henares. Ahora, los partidarios de Blanco presentan batalla también el Toledo, Albacete y Guadalajara. Es evidente quien es en cada caso el candidato apoyado por el llamado aparato aunque el PSOE ha demostrado que respeta a cada uno y ofrece a todos mismas posibilidades.

UN TRABAJO DESTACADO: EL PSOE DE CIUDAD REAL, CON JOSÉ MANUEL CABALLERO

En estas primarias de las provincias, se presenta un solo candidato en Cuenca, Luis Carlos Sahuquillo, que sustituye a José Luis Martínez Guijarro, y en Ciudad Real, José Manuel Caballero.

En toda la travesía que hemos narrado es preciso valorar particularmente el trabajo realizado por el PSOE de Ciudad Real. En las últimas elecciones ganó en todos los municipios con más de diez mil habitantes, excepto en Daimiel. Los socialistas recibieron así el apoyo del ochenta por ciento de los ciudadanos de la provincia. Además, muchos de estos grandes municipios están hoy gobernados por mujeres: Ciudad Real, Puertollano, Alcázar de San Juan, Tomelloso, Miguelturra y Argamasilla de Calatrava. Son también socialistas los ayuntamientos de Manzanares, La Solana, Argamasilla de Alba, Pedro Muñoz y Valdepeñas con Jesús Martín al frente, uno de los alcaldes más queridos y valorados de la región.

Todo ello, fruto del trabajo realizado en los últimos años por el actual secretario provincial y presidente de la Diputación de Ciudad Real, Josele Caballero, con la colaboración del equipo dirigido por Blanca Fernández. No es de extrañar que Caballero se el único candidato a las primarias en Ciudad Real.

García-Page ha confiado y colaborado todos estos años con otras mujeres esenciales en el PSOE de Castilla-La Mancha: además de Blanca Fernández, la portavoz socialista Cristina Maestre y la actual alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón.

LA ALTERNATIVA “OPTIMISTA Y POSITIVA”

Tras seis años de trabajo en primera línea,  Emiliano García-Page ha sabido encauzar al PSOE de Castilla-La Mancha y cohesionar un equipo con la principal tarea de trabajar por la Región y defender sus intereses. Presenta al PSOE como “la alternativa optimista y positiva”. En una de sus primeras entrevistas como nuevo secretario de Organización, Sergio Gutiérrez ha dicho: "Tenemos un partido unido, ilusionado y con más ganas que nunca de ganar la confianza mayoritaria de los ciudadanos en las próximas elecciones".

Pero no hay que olvidar que, igual que sucede con nuestra Constitución, nada llega regalado: detrás de cada logro existe un largo camino, muchas veces, una difícil travesía.

DCLM