Las malas compañías: Fulano, Mengano, Citano y Perengano

Cuando éramos pequeños nuestras madres nos alertaban sobre las malas compañías: “no me gusta que vayas con Fulanito” que era un diminutivo de Fulano, utilizado habitualmente en masculino ya que Fulana significaba otra cosa.

Con Fulanito Junqueras y Fulanita Colau se reunió el pasado día 23 de septiembre José García-Molina. En calidad de secretario regional de Podemos acudió, según sus palabras, para pedir diálogo político y negociación al tiempo que afirmaba que no era partidario de la independencia de Cataluña.

El PP de Castilla-La Mancha escenificó su habitual circo de cólera con palabras como “intolerable, traición humillante” y aseguró que el presidente Page era “un cobarde” por no cesar a García-Molina como vicepresidente del Gobierno Regional. Los del PP llegaron a involucrar al Rey Felipe en todo este asunto, al tiempo que Jose Julián Gregorio, delegado del Gobierno de Rajoy en nuestra Región se permitió hablar sobre la necesaria aplicación del 155 de la Constitución para salvar a Castilla-La Mancha del presidente García-Page.

Ya lo decían nuestras madres: hay que cuidarse de las malas compañías. Ahí tenemos a la presidenta del PP de Castilla-La Mancha, en risas y arrumacos con fulanitos como José Manuel Soria, su cómplice favorito en todo el asunto de la instalación del cementerio nuclear en Cuenca, antes claro de cesar, el 15 de abril, como ministro de Industria tras negar tres veces y evidenciarse después su relación con los llamados Papeles de Panamá y su participación en empresas familiares radicadas en paraísos fiscales.

Ahí tenemos a Cospedal con el exconsejero de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, encarcelado en Estremera por su implicación como cabecilla en la trama Púnica.

Ahí tenemos a Cospedal con Luis Bárcenas, extesorero del PP, imputado por diez delitos contra la Hacienda Pública, cohecho, falsedad documental, delito continuado de blanqueo de capitales y estafa procesal en grado de tentativa. Bárcenas ingresó en prisión en Soto del Real por la contabilidad en B del PP en la que se consignaron ingresos opacos al partido por unos 7,5 millones de euros. Ahora, el PP vuelve a ir al banquillo por la destrucción de los ordenadores de Bárcenas.

Ahí tenemos a Cospedal con Ignacio González, ex presidente de la Comunidad de Madrid, preso también en Soto del Real por el saqueo del Canal Isabel II y otras dos operaciones que estudia de Audiencia Nacional vinculadas al Caso Lezo. Preso hasta el pasado día 8 en que su familia hizo efectiva la fianza de 400.00 euros. Solo dos días después de su salida de la prisión la justicia española, en colaboración con la panameña y colombiana, incautaba 5,4 millones de dólares a Fulanito González, ocultos a nombre de sociedades tituladas por testaferros.

Son algunos botones de muestra sobre malas compañías que deberían al menos hacer recapacitar a los llamados “crispadores profesionales” del PP de Castilla-La Mancha a la hora de juzgar con tanta inquina, según el patrón impuesto por su patrona.

elObservadorDCLM