¿Comida rápida es sinónimo de restauración moderna? Pues no sé. Pero sí sé que es sinónimo de precariedad laboral / Pilar Segovia

La situación de precariedad que existe en el sector de restauración moderna o comidas rápidas empieza por el contrato. La mayoría son temporales, a tiempo parcial y de no más de media jornada.

Para continuar, las condiciones de trabajo; que no te dejan conciliar la vida laboral con la personal y familiar; ni planificar el futuro. Ni siquiera planificar las libranzas ni las vacaciones.

Los trabajadores de comidas rápidas tenemos jornadas laborales anuales con una distribución irregular de los turnos de trabajo. En algunos casos no hay una referencia de horarios no ya anual, sino tampoco mensual, ni semanal, ni siquiera diaria, lo que hace que haya que estar disponible full time para la empresa, e ir a trabajar unas horas al día, porque en estos sectores se trabaja por horas.

De esta forma es imposible conciliar la vida laboral y la personal y familiar, porque cada semana no se sabe cuándo habrá que trabajar o se podrá descansar. Aunque los descansos o días libres no llegamos a disfrutarlos del todo, porque también nos llaman en los días libres, para que vayamos a trabajar o a repartir pedidos.

Conocer su horario de trabajo con antelación es lo que más reclaman los trabajadores, para poder planificar unas vacaciones. La organización de turnos es una de las tareas que deben mejorar en las empresas y en los convenios y hacer que se cumpla.

En estos sectores la mayoría de los trabajadores son jóvenes y estudiantes, que van unas horas a trabajar ‘para pagarse los estudios’, pero en muchos casos no es así, incluso ellos tienen familia, recibos que pagar y junto con el resto de compañeros de trabajo, con contratos a tiempo completo, necesitan de otro trabajo a tiempo parcial para llegar a final de mes.

Contratos precarios, jornadas y descansos arbitrarios… pero ¿cuánto voy a cobrar este mes?

Al trabajar por horas y sin una concreción horaria, no sabemos cuál va a ser nuestro salario a final de mes. En algunas empresas no hay un registro semanal de las horas ordinarias, complementarias, nocturnas, extras, festivas…  para que luego se refleje en las nóminas. Los trabajadores tienen que reclamar y exigir a las empresas todos los conceptos económicos que deben aparecer en su nómina, porque los han trabajado y no son gratis.

Trabajo bajo presión. Como la empresa es de comida rápida, la forma de trabajar también es rápida, urgente, sin pausas, y los trabajadores trabajan con presión para que al cliente le llegue todo lo antes posible. Cada vez hay más competencia en servir la comida a domicilio, lanzando ofertas agresivas y puntuales que hacen que se trabaje con más presión en determinadas franjas horarias para que se cumplan los objetivos de venta.

En el mejor de los casos, se puede optar a un incentivo variable en la nómina, si la empresa lo tiene establecido -que no en todas lo hay, porque según las empresas “ya te pagan por ir a trabajar”.

Qué decir de las condiciones para el reparto a domicilio. Los repartidores tienen que repartir con lluvia, frio, calor, nieve, con un riesgo alto de accidentes de tráfico… Esto hace que el trabajo sea, además de precario, peligroso, penoso y no deseado, porque nadie quiere trabajar en estas condiciones.

En cuanto a la promoción profesional, solo es posible si trabajas en cadenas de restauración grandes. En las demás, a lo más que se puede aspirar es a que te tu contrato temporal pase a indefinido y tu contrato a tiempo parcial sea a tiempo completo. ¡Un contrato indefinido a tiempo completo!

Hablar de comida rápida es sinónimo de precariedad. Pero con presencia sindical en las empresas, información, unión y organización de trabajadores, se puede luchar y hacer cumplir el convenio, se pueden mejorar los salarios y las condiciones de trabajo, se puede luchar para conseguir conciliar la vida laboral con la personal y familiar.

Pilar Segovia (CCOO)