Constitucionalizar el Derecho al Agua

Hoy cumple 39 años nuestra Constitución. Aprobada con los votos favorables de UCD Y PSOE. El PP no lo tenía tan claro en aquel momento; de sus 16 diputados, 8 votaron a favor, 5 en contra y 3 se abstuvieron.

Han sido 39 años de momentos diferentes y a veces difíciles: el terrorismo de ETA y el Yihadista. El golpe de Estado de Tejero Molina. Reivindicaciones sociales, salariales y económicas. Golpes a los ciudadanos como "las preferentes" o "el aceite de colza". “Niños robados” y discrepancias en torno a la Ley de la Memoria Histórica. Más recientemente los "paraísos fiscales" y la corrupción política, casi monopolizada por el Partido Popular, ya que por primera vez un Presidente del Gobierno se sienta a testificar en un banquillo (Mariano Rajoy), y también se imputa a un partido político de corrupción (al Partido Popular). 

Para todo ello, la Constitución de 1978 nos ha entregado herramientas, incluida la última situación, caótica y desnortada, que trataba de imponer una ruptura "unilateral" de Cataluña con el Estado español. 

Es cierto que los avances han sido notables y las condiciones de vida han cambiado de forma considerable. Es cierto que la Constitución española necesita una revisión, para adaptarla a los nuevos tiempos. Para no dejar cristalizados en el pasado derechos que se han desarrollado en los últimos años. Derechos nuevos y derechos que antes nunca imaginamos que deberían ser reivindicados como el Derecho al Agua, ya que existía la creencia errónea de que el agua es un recurso inagotable. 

La ONU reconoció el 28 de junio de 2010, mediante la resolución 64/292 el "Derecho al agua potable y el saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y del resto de los derechos humanos", definiendo este derecho como el que tiene"toda persona de disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico", que, por tanto, debe prevalecer frente a otro tipo de usos. Si la ONU lo incluyó como un "derecho humano" es obligado incluirlo en los textos constitucionales de los Estados. Hoy en Castilla-La Mancha, falta el agua de los grifos mientras no falta el agua para regar “a manta” los secanos en la Comunidad de Murcia. 

Por ello se hace necesario constitucionalizar el derecho al agua de los ciudadanos.  El agua debe ser vista como un derecho fundamental y de esta manera el Estado debe asumir en el plano nacional y en el internacional también las tareas que hagan realidad ese derecho. El derecho fundamental del agua tendría la naturaleza de derecho social y como tal exigiría del Estado prestaciones que garanticen su satisfacción, algo que parece no ocurrir en el presente. De ahí, la necesidad de "constitucionalizar" el agua,porque de esta manera se afianzaría un compromiso en el texto constitucional que a su vez desarrollaría, inevitablemente, políticas justas y equitativas para reducir las explotaciones incontroladas de los recursos hídricos, controlar los efectos contaminantes de las cuencas y los ríos, vigilar las reservas de agua y reducir el desperdicio en su distribución.  

Hoy 6 de diciembre sería una buena reivindicación, la de la "Constitucionalización del derecho al agua". 

Paloma Moratilla