Razones para hacer la huelga del 8 de marzo y razones para no hacerla (II)

Circula por las redes en estos días, un video en el que Fátima Torija explica sus razones para no secundar la huelga del 8M. La ex-presidenta de las NNGG del Partido Popular de Guadalajara, dejó su trabajo como fisioterapeuta en 2011 coincidiendo con su matrimonio con Francisco Núñez, alcalde popular de Almansa (Albacete),  para sustituir al periodista de la Subdelegación del Gobierno en Albacete, coincidiendo a su vez con la entrada en el Gobierno castellano-manchego de Dolores de Cospedal. Ella dice sentirse orgullosa de ser mujer, algo que ocurre en la práctica totalidad de las mujeres que nacieron con sexo femenino, y aprovecha para colocar esto como la primera razón por la que no secunda la huelga.

Explica a continuación que no hará la huelga porque es autónoma, porque puede permitirse el pago mensual de los aranceles de una empresa así como el de la Seguridad Social, algo que no pueden hacer aquellas mujeres que hacen cola para solicitar el comedor escolar de sus hijos o en las salas de espera de los recuperados Servicios Sociales, algunas de ese 47% de paradas de nuestro país.

Desgrana en su decálogo, que no hará la huelga, porque le gusta su trabajo, como si la aceptación del puesto de trabajo tuviera alguna vinculación con los motivos de la huelga del próximo día 8. Algo que sin duda desearían poder decir ese mismo 47% de mujeres, además de muchas de las que configuran el 73% de mujeres con contratos a tiempo parcial que, apetecidos o no, tienen que aceptarlos para subsistir llenas de precariedades. 

La quinta razón que argumenta es que desarrolla su trabajo con la máxima profesionalidad, como si fuera una excepción en el mundo laboral femenino. Habría que preguntarles a las cuidadoras no profesionales y sin sueldo, dedicadas en cuerpo y alma a la dependencia de algún familiar y con demasiadas horas diarias a la espalda de los 365 días del año, sin vacaciones y sin descansos, porque seguramente ellas también desarrollan su trabajo con profesionalidad y bastante menos valorado económicamente que el de "fisioterapeuta

La esposa de Nuñez afirma que "concilia como puede su vida laboral con la familiar" hasta el punto de permitirle 30 minutos de running y 3 horas de estudio y organización de la casa. Razones ambas “de peso” en su reflexión, porque solo hay que sumar las horas que invierte en pasar su día. El matrimonio Núñez-Torija tiene tres hijos, no hay que olvidarlo. Fátima trabaja 8 horas y duerme otras 8. Emplea 3 horas para el "estudio y planificación de la casa" y además dispone de media hora para hacer "running". Si vamos sumando su rutina diaria, le quedan 4,5 horas para la limpieza de la casa, recoger los juguetes de los niños, poner lavadoras de cuatro camas y cinco personas con su plancha correspondiente, llevar a los niños al colegio, responder las dudas de estos mientras hacen las tareas, poner meriendas, hacer desayunos comidas y cenas, bajar la basura, comprar el pan... Todo ello dividido por dos, porque dice que concilia con su marido, aunque las labores de diputado regional, alcalde de Almansa y presidente del Partido Popular de Albacete y desplazamientos incluidos en el cargo, le dejarán poco tiempo para ello. A todo esto habría que sumar el cuidado personal y la llamada diaria a los abuelos para comprobar cómo están. Algo que no sabemos si entra dentro de la actividad diaria de Fátima, pero de lo que estamos seguros es que lo  hace la mayoría de las mujeres de nuestro país, además de dedicar unos minutos al diálogo o a los juegos de los hijos dependiendo de la edad que tengan.

Tal vez ella, que dice ser "la mujer mejor pagada del mundo", pueda hacerlo porque tiene bienes gananciales y su marido es el segundo político mejor pagado de la región, tan solo por detrás de la diputada regional también del PP, Lola Merino. No en vano, solo su marido ha aportado los últimos años más de 85 mil euros anuales al hogar familiar.  Este debe ser el impedimento de Torija para mirar más allá de su nariz y comprobar que en la región no son tantos los hogares en los que entran esas cifras. Alguien que percibe más de 7.000 euros mensuales se permite el lujo de afirmar en su novena razón que "En esta vida el dinero no lo es todo", algo que debería preguntarles a las mujeres que cobran los 350 euros mensuales del subsidio, tal vez demasiadas por cierto. 

Lejos de conocer la empatía con otras mujeres que no gozan de sus circunstancias, Fátima Torija se pregunta "¿Me aportará algo la huelga?" para responderse posteriormente "A mí no" y es algo con lo que estamos de acuerdo. Tal vez incluso la huelga le aporte un exceso de trabajo al tenerse que desplazar y juntarse con todas aquellas mujeres que claman por la justicia social, laboral, personal y que día a día se levantan solo con un objetivo en la mente "que no les falte la comida, la educación y la sanidad a sus hijos" porque en sus hogares no entran 7000 euros al mes. 

Hay un punto con el que la inmensa mayoría de las personas que secundarán la huelga están de acuerdo, y es con ese que dice que "No le gusta que ciertas feministas quieran utilizar a las mujeres". Entendemos que se refiere a la utilización política, algo que debería argumentar ante algunas diputadas del Partido Popular cuando defienden batallas femeninas como la de los ginecólogos de Puertollano o la ley de caza de Castilla-La Mancha, entre otras.

La descripción que hace, Fátima Torija, de su papel como mujer, dista mucho de la realizada por su marido en el pasado como “mujer ideal”, a la  que definía como aquella que cría a los hijos, tiene la comida lista y la casa limpia. Tareas a las que dedica poco tiempo según su decálogo.  

La fisioterapeuta esposa del diputado regional, dispone de toda la libertad del mundo para secundar la huelga o no hacerlo porque cada persona se moverá en función de sus circunstancias personales, de la empatía que son capaces de defender o de su propia conciencia social para hacer lo que consideren necesario el próximo día 8 de marzo. Lo llamativo es que su décima justificación, "Por todo esto y porque la verdadera igualdad es la que se mide por la valía de las personas y no por ser mujer" es la misma que argumentan muchas de las que ya se han manifestado favorablemente a respaldar la huelga del 8 de marzo. 

Dclm.es