La Asociación de Represaliados en Valdenoceda recupera los restos de un ciudadrealeño asesinado por el Franquismo

La Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda (Burgos) celebrará el este sábado 14 de abril, a las 11.00 horas, el 'Homenaje Anual' a los represaliados en la antigua prisión de esa localidad, donde murieron de hambre y frío más de 150 presos políticos, donde entregarán, al menos, los restos de un represaliado de Carrión de Calatrava (Ciudad Real).

De este modo, el homenaje culminará con la entrega a sus familias de los restos que han sido identificados en los últimos meses gracias al apoyo institucional y a la incorporación a la Asociación de nuevos socios y a donativos de particulares.

Con la entrega de los restos identificados de este año, ya son 65 los restos que la Asociación ha identificado desde que inició este trabajo, en 2010. Con ello, la Asociación de Familias, según ha informado en un comunicado, da un paso por recuperar la memoria y devolver a las familias los restos de sus familiares.

Los represaliados identificados hasta ahora eran de diversos lugares de toda España. Algunos de ellos procedían de la propia provincia de Burgos, pero de los 65 identificados hasta ahora, 28 eran originarios de la provincia de Ciudad Real.

LA ASOCIACIÓN

Aquí hubo un penal, llamado Prisión Central por el régimen franquista y campo de exterminio por los que estuvieron recluidos en él, desde noviembre de 1938 hasta agosto de 1943.

Durante estos casi cinco años murieron en el penal, de hambre y frío, 153 personas. Nosotros siempre hablamos de 154 muertos registrados, porque el primero de ellos, Félix Torres, alcalde de Hoz, murió “como consecuencia del movimiento nacional” en el verano de 1936, asesinado a tiros en esta localidad y presumiblemente enterrado en el cementerio viejo de Valdenoceda. Se tiene conocimiento, además, del asesinato de presos de este penal, presos que eran sacados de madrugada y paseados hasta los montes cercanos, donde pudieron ser arrojados en alguna de las numerosas cuevas de la zona tras ser fusilados.

Las familias descendientes de aquellos represaliados comenzaron a reunirse en los 80 y los 90. En 2003 constituyeron el primer grupo y en 2005 formalizamos la constitución de una Agrupación de Familias, que les permitió acudir a las convocatorias de ayudas públicas para exhumaciones e identificaciones. El Gobierno les concedió una primera subvención en 2006 (con la que exhumamos 114 restos) y una segunda subvención en 2009 (con la que iniciamos un proceso de identificación por ADN de esos restos). A día de hoy, llevan más de 60 identificaciones positivas.