"Y cuando todos pensábamos que Cifuentes iba a dimitir... va y renuncia" / SARA

Ayer, mientras comíamos y veíamos el telediario, Paco estaba con una enorme sonrisa en la boca esperando la dimisión de Cifuentes, pero se le heló la sonrisa cuando la escuchó renunciar a su máster. Así que en la sobremesa, para no dejarme ver la novela como siempre, me ha hecho una tesis doctoral sobre lo que es la "renuncia", la "destitución", la "dimisión" y la "abdicación", ¡pues no es cabezón mi Paco¡.

La abdicación nos quedó a todos clara cuando el Rey emérito dejó de ser rey. A todos menos al locutor de la radio del pueblo que dio un titular excepcional: El Rey ha dimitido. Paco se acordaba porque iba conduciendo y cuando lo oyó del golpe de risa que le entró, casi nos vamos a la cuneta. 

La dimisión es un deporte que deberían ejercitar más los "políticos corruptos comprobados", que están cosidos al sillón. Yo creo que se cosieron con la poca dignidad que les quedaba porque esa falta (de dignidad) es la que les hace mantenerse en sus cargos políticos aun estando rebozados en sumarios. Tal vez incluso sin llegar a estarlo como Cifuentes, que todo el mundo esperaba su dimisión, por ética (como dicen los finos)... pero no. En este punto Paco ya se empezó a poner nervioso. 

La destitución es lo que deberían hacer los jefes políticos, con los políticos subalternos que no merecen estar en un cargo público. Por ejemplo, en el caso del presidente de Murcia, que todos esperábamos que las altas esferas del PP le destituyeran. Incluso, lo que podría haber ocurrido con Cifuentes y su máster, porque mentir de esta manera y valerse de favores para conseguir títulos, no está bien para un ciudadano "normal", pero es que para un político es el colmo. Cuando Paco terminó de disertar sobre la destitución, ya estaba como la niña del exorcista, con los ojos ensangrentados y a punto de echar "baba" por la boca. 

Me mantuve sin contestarle, por no levantarle más el ánimo mientras se aproximaban los últimos cinco minutos de la novela, que siempre son lo mejor porque es donde te cuentan lo que va a pasar mañana. En ese momento, Paco comenzó con la renuncia y se vino arriba. La renuncia... dice...Se renuncia a lo que cuesta un enorme esfuerzo conseguir. Se renuncia a un privilegio. Se renuncia a algo que uno antes ha ganado ¿Pero qué coño (con perdón) de renuncia es la de Cifuentes? ¿Un máster del que nadie la ha examinado, con un acta que nadie sabe quién ha firmado y para el que nunca fue a clase?. Y es que mi Paco es muy bruto, pero aquí tiene razón y se lo dije. "Además Paco, le dije,  no puede renunciar a algo que no tiene legalmente. No puede renunciar a algo que no ha conseguido, pero es que además es de muy mala educación y de muy mal gusto "renunciar a un regalo".

Total que se terminó la novela, empezaron los anuncios y cuando miré a mi Paco, sentado en el sillón, lleno de impotencia después de pagar el máster de la niña, que mira que nos salió caro en la URJC, dijo... Lo mismo ahora la gente piensa que a nosotros también nos lo han regalado, hay que decirle a la niña que no ponga el máster en el curriculum...

No le deje hablar... le cogí del brazo y nos fuimos a la cafetería de la estación para que gritara un poco cuando llegara el tren de Madrid, como hacía Liza Minelli en Cabaret, que eso relaja mucho. Y menos mal, porque si no lo mismo acabamos en comisaría tras la llamada de los vecinos a la policía por el ruido que estábamos haciendo. 

Con razón venía el otro día con la sonrisa en la boca diciéndome ¿No quería tu amiga Pilar renunciar a su marido? No digas tonterías Paco, le contesté, cómo va a renunciar Pilar a su marido, ni que fuera de su propiedad. Será que se quiere separar, vamos quitárselo de encima. ¡Ea¡ lo mismo que Cifuentes con el máster.

SARA