El elevado precio de los aguacates

Se me cayó una oreja e hice memoria de los sitios donde había estado esa mañana para ir a buscarla cuanto antes.  Había ido al chino, a la farmacia, a la frutería y a la notaría por lo de los testamentos. La encontré por casualidad en el cesto de los champiñones, parecía un champiñón más, blanquecina y tierna. La guardé en un bolsillo y acudí a la clínica de mi amigo, el doctor Ombligo para que me la cosiera cuanto antes. Me preguntó cuánto tiempo había transcurrido desde la pérdida y le dije que alrededor de tres horas. Hace falta practicar un implante ya, pero te aviso que durante el tiempo que ha estado en la frutería, tu oreja ha escuchado muchas conversaciones y que cuando te la coloque vas a oír todas en tromba hasta que se adapte al momento actual. Puede que sientas un poco de vértigo y para eso, antes de la operación, te voy a suministrar una dosis de Vertigol ¿Eres alérgico? Todo esto lo escuchaba yo por la otra oreja, obviamente. Primero lijó un poco la zona y anunció “ahora va el pegamento”. A ver si va a quedar ladeada o a distinta altura de la otra, objeté, ya sabes que soy bastante presumido. Vale, tomaré medidas. Sacó de un cajón una escuadra, un cartabón y un compás, “estos los tengo desde el colegio”, me dijo. En efecto, cuando me puso la oreja escuché variadas conversaciones sobre el sabor de los tomates, el precio de los aguacates y oí claramente a dos ejecutivos que iban a comprar espárragos y que se habían enterado, a través de un confidente, de la próxima tremenda subida en bolsa de Mediabolas. Había una mujer indignada, un tendero complaciente y a eso de la media hora cesó el ruido para fundirse con el momento en que el doctor Ombligo me dijo “creo que ha quedado perfecta”. Me miré en el espejo, hice varias pruebas con música estéreo, escuché el último álbum de Lana del Rey y luego puse todos mis ahorros en Mediabolas. Al día siguiente escuché en la Cadena Ser la información de bolsa, hice cuentas y había ganado unos cien mil euros. Fui a la frutería, compré un kilo de aguacates y casi me fundo todas las ganancias.

Kimi