Ir a China para orientarse un poco

Siempre pensé que había que ir a la China para orientarse un poco pero la aventura casi me quita las ganas sobre todo cuando la chinita dulce del karaoke me dijo que si le era infiel me cortaría los cojones. No iba de broma aunque no se quitara la sonrisa redonda de la boca. Me mosqueó un poco que su ideal fuera Salvador Dalí porque no es sencillo dejarse siquiera sus bigotes como para pensar en orbitar sus ojos o sujetar los relojes que deshacían sus horas. Todo eso podía ser pasable, como de pasada dijo aquello de que le gustaba follar pero eso no significaba que hubiera que estar todo el día follando porque había que hacer otras cosas como ir al karaoke. Luego, considerando en frío, entendí que su arquetipo fuera un genio del surrealismo porque la china no era un genio pero si sobrevolaba la realidad cuando dijo que era incapaz de hablar español cuando tenía hambre y eso ya torció mi sonrisa más allá de pensar en la obligación de estar todo el día invitándola a ostras para que me diera un poco de comprensión. La puerta estaba abierta y pensé que mejor podía orientarme con una brújula. 

(A mi sobrino Alfonso)

Kimi