Escapar de ella (de la rutina)

Siempre lo deseable: escapar de Ella, de la Rutina, como anunciaba esta pasada Semana Santa (o diríase que en cualquier período de vacaciones) una de las mayores compañías de buses nacionales: aprovecha tu tiempo, "podrías ir a la playa atravesando montañas"… Etc. Etc. Así lo van pensando las dos amigas mientras pasean. Ha llovido bastante en la ciudad y un par de coches llegan a empaparlas tras pasar a gran velocidad por un charco de agua formado por la abundante lluvia caída. "Cabrones" –les dicen las dos amigas con toda la razón del mundo. ¡Qué gentuza y tan ir a su bola, y nada más, cada uno! Así las cosas, sin solución…

Mas las amigas siguen caminando, entretenidas por cierta publicidad callejera con a modo de luces de neón: "Veo poco a mi hija"; "He dejado el equipo de fútbol"… En este caso en función del ataque a los alcohólicos, anónimos o no, que de todo hay. Y ello por el escudo en el alcohol antes que en los hijos o en la práctica deportiva. Es la cosa, por desgracia, en este tipo, ¡ay!, tan frecuente de casos. Y la cuestión es que a ambas les parece una impactante campaña publicitaria. Pues creen que, efectivamente, se debe tratar de eso, de dejar las dependencias excesivas: alcohol, tabaco, lo que sea… para estar del modo más natural con las personas el mayor tiempo posible, sean hijos, familia, fútbol, tenis, toros… Por tanto –comentan las dos amigas todavía empapadas de agua--, viva esta publicidad que, como severo aldabonazo nos ha de centrar en lo esencial, tan invisible a los ojos (muchas veces), como decía aquel…

A todo esto, las amigas hacen un alto en el camino, al ver los movimientos de un mirlo en el césped, y oír sus gorjeos, mientras piensan (la poesía siempre) en robledales y olmedas olvidados, dejados, abandonados (¿relictos?), que han tenido ocasión de ver recientemente.

Y sí, todo este tan normal escrito sea para escapar de Ella, de la Rutina, o de lo que cada cual considere que deba escapar, en Semana Santa, Verano o cuando sea, personas y/o cosas.

Nicasio Sanchís