Wilson Clash, la raqueta que te enseña a jugar al tenis

Estuvimos casi un año esperando el lanzamiento de la Wilson Clash. Prometían elasticidad y fiabilidad, dos conceptos hasta ahora antagónicos incluso para la propia marca que apostaba por raquetas de golpe muy seguro como la Burn, una raqueta imponente y sólida que a algunos tenistas les cargaba el codo y de nada servía bajar la tensión ni poner los más sensibles multifilamentos. Existían raquetas de otras marcas muy flexibles  pero costaba controlar los golpes. Algunos optaban por encordar con monos, otra vez el viaje y las alforjas.

Llegó la Clash, esperada por los que padecemos episodios de epicondilitis y nos gusta el juego variado, por toda la pista. Me llamaron mis amigos de Wimbledon, una tienda especializada en tenis, en Príncipe de Vergara en Madrid. Tenían un prototipo de Clash para probar, fue una buena noticia. El diseño de la raqueta de prueba es fantástico, un concepto absolutamente distinto que solo se había probado en algunos overgrip de camuflaje. Para muchos ha sido una pequeña decepción que el modelo definitivo para la venta sea muy diferente y parecido a las últimas raquetas de Wilson. La probé con José Luis en la Caja Mágica una mañana mágica de la naciente primavera. Era algo distinto, desconcertante al principio. Luego supe que la Wilson Clash te impone una forma de juego, te ofrece soluciones a tus golpes siempre que sepas interpretar sus normas, te enseña a jugar al tenis a su manera. Como siempre habrá detractores y fieles seguidores pero abre sin duda un mundo nuevo donde el objeto se comporta como maestro y guía en su manera de entender el arte. Solo me había sucedido antes con estilográficas que habían usado otras personas y me incitaban a realizar otro tipo de escritura.

Kimi