15.09.2019 21:56h.

Deseo De Aprender

Por Julio García-casarrubios Sainz

Valdepeñas, 15 de septiembre de 2019


Tenemos que sustituir el afán de aprobar, por el deseo de aprender. Si queremos entrar en el fondo de una reforma educativa propia del siglo XXI, tenemos que lograr que el alumno piense en aprender, y no el afán, a veces miedo de aprobar. Es absolutamente improcedente que un alumno de enseñanzas obligatorias se pase la vida de estudiante sumido en el miedo de aprobar. Chicos que desde los seis u ocho años, hasta los 14 o 15, asistan a un centro de enseñanza obligatoria, y se pasen esos años pensando en el examen que tienen que superar, es imposible que se sientan integrados en el sistema, que se sientan a gusto, que tengan el deseo de aprender.

Los contenidos y la programación están diseñados para que el alumno pueda aprobar la asignatura, pueda promocionar de curso. Ese es el objetivo por el que vivimos obsesionados, profesores y alumnos; y así de forma inconsciente abandonamos las necesidades de ese alumno, de esa persona, para que se integre el día de mañana en la sociedad. No. No formamos a la persona. Preparamos para el examen.

La clase no la podemos orientar hacia la superación de un examen, a preparar las respuestas del cuestionario correspondiente a la materia curricular que nos imponen desde el ministerio o desde la autonomía. La clase tiene que estar orientada al hábito por la lectura, a la velocidad y comprensión lectora, a la corrección en el lenguaje oral y escrito, mediante conversación, debates y cartas, puestas al servicio del mundo en que se mueven. El profesor irá evaluando, sin que el alumno se dé cuenta, si progresa adecuadamente, si se cumplen estos objeticos, sin pruebas, ni exámenes, ni calificaciones. Que el alumno se motive por su propio progreso.


Julio García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas. Ciudad-Real


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