Crónicas distópicas: La derecha española actuó tarde y mal en su intento de dar un golpe de estado

Según un informe rigurosamente cierto (que no se si he leído en el diario El Mundo o en una red social), la oposición española, ha cometido numerosos errores, retrasos e incompetencias en su desastrosa gestión por conseguir el deterioro de la imagen del Gobierno y alentar un posible golpe de estado, aprovechando la excelente oportunidad que ha brindado el covid-19. 

El 15 de marzo, un día después de decretarse el estado de alarma, cuando en España ya se habían superado los 4.000 contagios y los 120 muertos, el PP y Vox no habían exigido todavía la dimisión de Pedro Sánchez y de todo su equipo de Gobierno, ni le habían acusado aún de traer a España la muerte y la ruina. Tardaron más de dos semanas en acusar a Sánchez de negligencia o sectarismo. Actuaron también tarde y mal a la hora de fabricar bulos y fakes y difundirlos por las redes. El informe demuestra, además, una pésima coordinación entre derecha y ultraderecha. Ni Abascal ni Casado estuvieron a la altura que se esperaba de ellos, tuvieron que pasar seis días hasta que hablaron de Venezuela y los chavistas, ocho hasta exigir la dimisión inmediata de Sánchez, fallaron en el suministro de epis y mascarillas, pésima gestión por la que gran parte de la población pudo haberse contagiado de su mediocridad y de sus escasos insultos. Tuvo que llegar una periodista del grupo, una tal Seguí, para llamar públicamente al gobierno de Pedro Sánchez “criminales, mengueles, miserales, sinvergüenzas, cerdos y mataviejas”. Después de la sorprendente querella del PSOE por esos insultos, PP y Vox tardaron casi cuatro semanas en protestar contra la voladura democrática de la censura y casi cinco en apilar libros en los despachos para parecer más leídos cuando increpaban por vídeo conferencia, tarde y mal, al gobierno que se mantenía indemne en su pérfida estrategia de no hacer caso a sus insultos, colaborar con los técnicos y los sanitarios para así, entre todos, parar y rebajar la incidencia de la pandemia. Según el informe aludido, PP y Vox llegaron también tarde a la convocatoria de las caceroladas y, en definitiva, fueron incapaces de sacar los tanques a la calle y a Pedro Sánchez de sus casillas. 

Según una también rigurosa encuesta publicada en Australia, la oposición española es la que peor ha sabido utilizar una crisis humanitaria para hundir o derrocar al gobierno, Casado solo obtiene un uno pelado y Abascal un dos, lo cual ha enfadado mucho a Casado que se ha propuesto endurecer su discurso ante el espejo. Su padrino, Aznar, está muy preocupado con este “par de ineptos que solo se dedican a eso” y ha asegurado, no se muy bien dónde, que “muchas asonadas latinoamericanas han resultado más eficaces con menos medios”.

Rigurosamente cierto, creo.

Gloria Gallas