Políticos de "vergüenza ajena"

Creíamos que lo habíamos visto todo pero no es verdad, parece que aún nos queda mucho por ver. Se echan de menos en estos días la calidad política de nuestros representantes y un buen uso dialéctico de los mensajes que algunos partidos se empeñan en lanzar. Las actitudes acompañan a la mediocre gestión de algunos líderes, cuando no inyectan el miedo en las venas, con la toma de decisiones.

Al mirar a Madrid, desde Castilla-La Mancha, se siente cierta inquietud al ver repetidos algunos comportamientos de la derecha rancia. Es inevitable comparar continuamente a Isabel Ayuso con María Dolores de Cospedal, porque la similitud lejos de ser puro azar, se impone al parecer como norma básica del PP.

Cospedal prometió no tocar colegios, centros de salud, ni servicios sociales con la crisis económica pasada; pero después agarró con fuerza las tijeras y fue capaz no sólo de recortar, sino lo que es más duro, gravar con sobrecostes a las clases más desfavorecidas, como el copago sanitario o el abono de tasas para revisar una discapacidad, solo por poner algún ejemplo. La Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales quedaron heridos de muerte con la ex presidenta de Castilla-La Mancha.

El panorama en Madrid comienza a parecerse mucho al marcado por María Dolores. Muy al pesar de los ciudadanos la atención a la dependencia en Madrid tiene 7.396 beneficiarios menos, según los datos aportados por la Asociación de directores y gerentes de Servicios Sociales, y existen 5.459 personas dependientes menos en centros residenciales que hace un mes. Podemos pensar que la pandemia ha pasado factura entre los más mayores, pero hay un dato que empieza a preocupar; el total de 15.421 personas menos con derecho a prestación  que el pasado mes de marzo. ¿Qué ha ocurrido? ¿Se han recortado las ayudas o han envejecido de golpe los madrileños?

A todo ello hay que recordar que la lista de espera de dependencia en Madrid, asciende a un total de 153.306 personas, casi 3.000 más que el pasado mes.

Pero ante todo esto Ayuso ha preferido fotografiarse a modo de Dolorosa para salir en la portada de un periódico con un gesto teatralizado de tristeza que no da ninguna credibilidad a los ciudadanos, cuando todavía resuena en nuestros oídos el "bocadillo de calamares" de Ifema, en plena celebración masiva poniendo en riesgo la vida de los madrileños, para sacarse la foto de rigor que contribuya a llevar adelante su particular campaña política.  

Tampoco ayudan sus socios de CS, dejando patente que el dinero muchas veces puede más que la calidad, en este caso del diputado por Madrid, número dos de la lista de Albert Rivera y ex-directivo de Coca-Cola y de Telepizza, Marcos de Quinto, que intentó realizar una crítica política que quedó más bien en "vergüenza ajena" cuando con su escaso vocabulario solo atinó a llamar "payaso" en tono despectivo a  Pablo Iglesias. Más le valdría al político madrileño ser un poco "payaso" con todo el cariño y respeto que se merecen, para aprender a sacar alguna sonrisa a los "ciudadanos" en lugar el "vinagre" de las venas a los "cabreados políticos"

El diputado por Madrid, escribió en su cuenta de Twitter "España está ante una de las crisis más graves de su historia y no podemos permitirnos estar a expensas de este payaso de vicepresidente que tenemos" . El político naranja que acusó a Iglesias de exigir "barra libre de sueldos Nescafé, para toda la vida, para los 450 millones de europeos, financiándolos con deuda mutualizada o por los Amancios Ortegas de Europa", está muy lejos de haber perdido su trabajo por una crisis económica o sanitaria. Muy lejos de hacer cuentas para acabar el mes y muy lejos de entender a una población que ha sufrido sendos reveses en un corto espacio de tiempo. Un personaje así no debería estar en política, sino haciendo lo suyo: marketing.

P. Moratilla