La coherencia del PP de Castilla-la Mancha

El Partido Popular ha sido coherente no sumándose al Pacto por la Reconstrucción de Castilla-La Mancha acordado por los otros dos partidos con representación en las Cortes, PSOE y Ciudadanos. Ha sido coherente porque durante toda la lucha contra la pandemia lo único que ha hecho ha sido tratar de utilizarla con fines políticos, poniendo cada día todos los palos posibles en las ruedas del Gobierno que, igual que todos los gobiernos del mundo, trataban de parar la voracidad de un enemigo desconocido e inesperado. 

El Presidente del PP de Castilla-La Mancha alardea de haber lanzado durante la crisis 300 notas de prensa. La mayor parte de esas notas incluían descalificaciones hacia la gestión del gobierno con especial énfasis en la figura de García-Page al que han acusado de todos los males; en la última nota le han regalado los calificativos de “desnortado, ausente, faltón y excluyente”. La diputada Guarinos aseguró el 29 de mayo que Núñez se había reunido con “unos 500 colectivos” y tres días después, el propio presidente del PP dijo que se había reunido con 712, es decir más de 200 reuniones en tres días para llegar a la conclusión de que el PP no debe participar en la el pacto por la reconstrucción y, por supuesto, echar la culpa al Gobierno: se excluyen y al tiempo acusan al resto de los partidos de que les excluyen, un buen resumen de su trabajo. Habría que saber qué tipo de colectivos ha reunido Núñez.

Realmente, el PSOE de Page no necesitaría de ningún partido para casi nada porque cuenta con mayoría absoluta. En esa misma situación, Cospedal cambio dos veces la legislación electoral, modificó el Estatuto de Autonomía y, nada más llegar, no solo despidió a todos los cargos elegidos por anteriores gobiernos si no que laminó la mayoría de las instituciones que controlaban al ejecutivo. Y hablan de Marlaska. 

Page podría reconstruir solo la región que es lo que ha venido haciendo desde que Cospedal dejó la sanidad pública bajo mínimos y el resto del edificio social en ruinas, podría pero busca realmente pactos y alianzas, con empresarios, con sindicatos y con partidos políticos serios que se dedican a apoyar, a sumar esfuerzos y no a destruir y hacer política en medio de la peor crisis sanitaria que hemos vivido los seres humanos en cien años.

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