Crónicas distópicas. La caza de Iglesias y la inmunidad del rey emérito.

La práctica de mentir y desacreditar al adversario no ha cambiado en la política española. Los herederos del franquismo la practican con tal maestría que crean una realidad paralela y consiguen que todos vivamos en ella. Aquí no se trata de que una mentira se convierta en verdad a fuerza de repetirla, como proponía Goebbels, se trata de que en la realidad paralela las víctimas sean las culpables.

Que el PP creó una policía patriótica para espiar y desprestigiar a sus adversarios políticos es un hecho probado en sede parlamentaria, también lo es que esta policía patriótica elaboró informes contra dirigentes de la izquierda: informe PISA. Que teles, radios y periódicos difundieron el informe PISA para perjudicar a Podemos no lo discute casi nadie,

Al menos hasta ahora, en que el PP, con la colaboración inestimable de los grandes grupos mediáticos y la actitud silente de otros partidos, vuelve a la estrategia de las cloacas para crear un caso judicial contra Pablo Iglesias siendo él el perjudicado por el robo del teléfono de su asistente. En realidad, el PP busca una pieza mayor, el Gobierno, y pretende cazarla en la figura del vicepresidente del Gobierno.

Villarejo, que distribuyó copias de la tarjeta SIM del teléfono robado, dice en las grabaciones de su caso que la policía patriótica actuó por órdenes de Fernández Díaz y detrás estaba Soraya Saénz de Santamaría, y que Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta fueron los esbirros que esparcieron los informes falsos por radios, platós y cabeceras de prensa.

Pero, en un insospechado giro del destino, un juez amigo del PP procede contra las víctimas del robo y abre causa contra Iglesias, que solo puede ser investigado por el Supremo, por haber retenido la tarjeta SIM en su poder. Conviene recordarle al juez que el teléfono robado era de Podemos y tenía información de Iglesias, del partido y archivos personales de Dina. Todo esto habría quedado en nada sin la intervención, OTRA VEZ, de quienes difundieron y pusieron altavoz al informe PISA, aprovechando para atizar sin piedad a Pablo Iglesias y Podemos.

Como actor secundario aparece un personajillo en horas bajas buscando notoriedad, Vicentín Vallés. Y los medios venden que es víctima de los insultos de Iglesias mientras vemos que es él quien insulta, miente y desinforma sobre Podemos en su informativo de a3. Así, la víctima de las cloacas mediáticas (Iglesias) se convierte en 'agresor' de Vicentín y en su defensa acuden todas las estrellitas mediáticas y sus corporativistas asociaciones. El PP y las derechas, que amenazan, cesan periodistas y cierran programas de Tv, han vuelto a triunfar con su realidad paralela gracias a la complicidad de los grandes grupos de comunicación.

Y mientras Atresmedia, Mediaset, PRISA y Vocento llenan horas y horas de informaciones falsas, acusaciones sin pruebas y pronósticos catastróficos contra Iglesias, el rey emérito se descojona mirando complaciente desde lo alto de la torre de su inmunidad.

Plumaroja 20