El falso cura de Cuenca vuelve a escena

El 23 de octubre de 2013, a las cuatro menos cuarto de la tarde, sonó el telefonillo de la vivienda de Luis Bárcenas. Una voz aseguró que se trataba de un sacerdote que iba de parte del Obispado para hablar de un tema de instituciones penitenciarias. Dijo que llevaba un cuestionario para gestionar la libertad provisional de Bárcenas, ingresado en prisión por la trama Gürtel. En la casa estaban la mujer de Luis, Rosalía Iglesias, uno de sus hijos, Guillermo y la empleada, Victoria que abrió la puerta. El falso cura insistió en hablar con Rosalía, trabó una conversación muy coherente según aseguró la propia mujer de Bárcenas. Luego dijo que iba a coger de su maletín una pastilla contra la acidez de estómago, lo abrió, sacó una pistola y dijo: “Se acabó el teatro. Yo no soy un sacerdote y he venido aquí por lo que se que tienen”. Luego añadió que “había venido a recoger un pendrive y una serie de información en poder de Bárcenas que podría “derrocar el Gobierno” de Mariano Rajoy. Según el testimonio de la propia Rosalía Iglesias, le respondió que ella no tenía nada de eso “pero él respondió que no me hiciera la tonta porque me daba un tiro”.

El falso cura, natural de Cuenca, ató con unas bridas a la mujer, el hijo y la criada pero Guillermo logró aflojarlas se echó sobre él, le dio un cabezazo y le amenazaron con su propia pistola hasta que llegó la policía.

La Audiencia de Madrid condenó por este secuestro a 22 años de prisión a Enrique Olivares que este próximo viernes, 16 de octubre de 2020, volverá a declarar dentro de la investigación del caso Kitchen. Olivares es presunto cómplice dentro del operativo montado desde el Gobierno de Rajoy y el aparato del Partido Popular para espiar a Bárcenas y robarle pruebas que implicaban a altos cargos del PP. La fiscalía anticorrupción ha recogido indicios de que en el caso estaban implicados altos cargos como el exministro Jorge Fernández Díaz o María Dolores de Cospedal. También se sigue la pista sobre quién ha estado ingresando dinero cada mes en la cuenta de Olivares.

Se cierra el cerco cuando este miércoles se ha conocido la sentencia definitiva del Tribunal Supremo confirmando que el PP es el “nexo común de la corrupción” y que “se lucró en la trama Gürtel”.

En el PP existe ahora el temor de la reacción de Bárcenas ya que su esposa Rosalía puede entrar en prisión. El extesorero aseguró que esa era “la última línea roja” que estaba dispuesto a tolerar.

Falta saber si pudieron terminar su trabajo los participantes en la trama Kitchen, entre ellos el excomisario Villarejo; el chófer de Bárcenas, Sergio Ríos o el policía Andrés Gómez Gordo (llamado “Cospedín” ya que fue asesor de Cospedal cuando era presidenta de Castilla-La Mancha). En próximos capítulos de este culebrón se desvelara si través de este operativo consiguieron robar todas las pruebas de Bárcenas que pudieran o no comprometer a algunos dirigentes del partido que han logrado zafarse de sus responsabilidades. Tras la Gürtel, avanza la Kitchen.

elObservadorDCLM

Relato completo del secuestro del falso cura, octubre 2013.