Un desmemoriado sin bigote

Un desmemoriado sin bigote no recuerda bien su papel en Las Azores. Fue muy útil Aznar a la hora de servir a los intereses de George Bush y Tony Blair para meter a España en la guerra de Irak. En la famosa Cumbre de las Azores, los tres decidieron por unanimidad la existencia de armas químicas en el territorio gobernado por Sadam y le dieron un ultimátum para que procediera a desarmarse.

Fue una gran mentira. En aquella reunión se mostraron documentos que supuestamente probaban la existencia de esas armas químicas. Luego se demostró que eran falsos. El primer ministro portugués, Durao Barroso, que participó como anfitrión, aseguró luego que le habían engañado y que fue Aznar quien se empeñó con más intensidad en que se celebrara esa cumbre decisiva en la posterior invasión de Irak.

Sucedió en 2003 y cuatro años después, decenas de miles de personas exigieron en España que “el trío de las Azores” pidiera perdón por aquellas mentiras que llevaron a una guerra que duró ocho años y en la que murieron entre 400.000 y un millón de iraquíes según los informes de distintas fuentes. Millones de personas desaparecieron.

Lejos de desaparecer de nuestras vidas, José María Aznar sigue en primera línea de batalla dirigiendo en la sombra el PP de Casado y de Isabel Díaz Ayuso, el partido más corrupto durante más tiempo en la historia de España. Aznar nombró a dedo como sucesor a Mariano Rajoy quien perdió su gobierno cuando la Audiencia Nacional determinó la existencia, desde la fundación del PP en 1989, de una estructura de contabilidad y financiación ilegal, “un sistema genuino y efectivo de corrupción institucional a través de la manipulación de la contratación pública central, autonómica y local”.

El padre de Vox se siente sin embargo muy ufano y muy orgulloso de su carrera política, tanto que, con ese rostro incalificable, se atreve a pintar a otros una cara de “inútil”. Aznar es experto en manipulaciones de medios de comunicación y en poner trajes a otros políticos.

Sin duda, una de las grandes cualidades de algunos políticos es no ver nunca la viga en su propio ojo de tonto útil. Podríamos organizar un concurso: ¿De qué tiene cara José María Aznar?

elObservadorDCLM