Los cómplices del virus

Puede considerarse cómplice del virus a quien incita a aplicar medidas que favorecen su propagación, en contra de las indicaciones de los científicos y de los probados criterios que consiguen detener su expansión particularmente en momentos en que un ola se muestra más virulenta en contagios, fallecimientos, ocupación de camas y Ucis en hospitales. Son cómplices populistas de la expansión del virus los políticos oportunistas que exigen la aplicación de medidas mas permisivas para favorecer a colectivos que sufren las restricciones y que en realidad nunca van a resolver su problema hasta que se aleje el peligro común de forma definitiva gracias a estas medidas de control y a la aplicación de las vacunas.

Los datos son inapelables. El 21 de diciembre, en plena bajada de la segunda ola, teníamos en Castilla-La Mancha 650 casos. Después de las navidades, el 18 de enero la cifra había subido hasta 1.613 contagios, casi mil casos más que en diciembre. Ese día, 18 de enero, la Junta de Comunidades decidió adoptar medidas de restricción de nivel 3 reforzado, medidas que se prorrogaron el 4 de febrero ya que los casos habían bajo muy poco, 1399. Gracias a esas medidas, como cierre perimetral y toque de queda a las 22 horas, el 20 de febrero se logró bajar los casos siete veces más: 244 casos. 

La eficacia de las medidas se observa también en la Incidencia Acumulada (IA) en 14 días. El 21 de diciembre teníamos en la región una IA a 14 días de 277 casos por cien mil habitantes. El 18 de enero se disparó a los mil casos. Después de que el gobierno regional adoptara las medidas, el viernes pasado, 19 de febrero, la IA bajó a 239 casos, ya por debajo del nivel que la OMS considera critico 250 casos.

Ahora mismo cada ciudadano positivo de la región contagia a medio ciudadano, 0,58. En diciembre, el índice de contagio era de un 1,2.

A la vista de estos datos tan evidentes y de cara a la Semana Santa, una nueva apertura puede llevarnos a una cuarta ola. Hay que parar al virus para que la actividad vuelva a la normalidad, aplicando medidas restrictivas hasta que se produzca el milagro de la vacuna.

Es irresponsable hacer política para tratar de aprovechar las necesidades de algunos sectores perjudicados para conseguir el apoyo de parte de la población poniendo en serio riesgo a todos los ciudadanos.

elObservadorDCLM