Con los años que nos quedan por vivir…

Que CLM es una región grande no es discutible, grande por sus gentes, grande por sus valores, grande por su historia y grande geográficamente.

Una madre de 5 hijos en Madrid, Murcia o Cantabria, que  los mantiene dentro de la comunidad autónoma, solo tiene que recorrer una provincia para visitarlos. En Castilla-La Mancha la cosa cambia porque podría tener a cada uno en una provincia diferente sin salir de la comunidad autónoma. Es muy difícil que una madre, en este caso, pueda dar de comer a sus cinco hijos al mismo tiempo y darles de comer por turnos haría que unos comieran antes que otros, lo que rompería el principio de “igualdad” entre hermanos. Para que hubiera justicia social debería haber 5 madres pero eso es imposible.

Los Servicios Sociales en CLM son un poco así. Deben ser iguales para todos, vivan donde vivan, e independientemente de geografía y economía doméstica, todos los castellano-manchegos tienen el mismo derecho a disfrutar de ellos. No puede ser diferente un abuelo de ciudad que uno del pueblo. Han de disfrutar los mismos derechos y servicios los de la ciudad de Albacete que los de Molina de Aragón (Guadalajara) o Illán de Vacas (Toledo). Esto inevitablemente dificulta y encarece los servicios a los que tienen derecho madrileños, catalanes o valencianos. A Castilla-La Mancha le sale más cara una residencia asistida de mayores que a la Comunidad de Madrid inevitablemente y aun así Castilla-La Mancha puede presumir de tener unos buenos Servicios Sociales en los últimos tiempos.

Esta región tiene 919 municipios de los que 845 tienen menos de 5.000 habitantes, solo 15 tienen más de 20.000. Su densidad de población es de 26 hab./Km2, frente a los 96 hab./km2 de media nacional. Entre sus habitantes, aproximadamente el 20% tienen más de 65 años. El mayor desequilibrio se dará en los próximos años cuando lleguen a la edad de jubilación los nacidos en la época del “baby-boom” de los años 60, momento en el que, tras la Guerra Civil, comenzó a aumentar la natalidad en España. Actualmente CLM cuenta con 390.000 mayores de 65 años, pero en los próximos 5 años serán más de 500.000.

Todo esto nos lleva a pensar que en los próximos años se deberían habilitar los mecanismos necesarios para la asistencia de los mayores de 65 años, que evidentemente verán incrementado considerablemente su número, que deben ser igual para todos, independientemente de dónde vivan.

RECORDANDO EL PASADO Y ANALIZANDO EL PRESENTE

Los castellano-manchegos escucharon a su anterior presidenta del PP, María Dolores de Cospedal, el 31 de mayo de 2013 cuando anunció “ventajas fiscales para familias, pymes, personas con discapacidad, jóvenes y Ayuntamientos”; pero también fueron testigos el 10 de febrero de 2014 de cómo cerraba Cocemfe sus servicios porque la presidenta había dejado a 0 las ayudas para mantenerlos abiertos.

A pesar de haber realizado toda la campaña prometiendo que “no habría recortes”, Cospedal redujo el gasto público en dependencia en un 32%. Mantuvo cerradas más de 20 residencias a pesar de que había más de 2.000 personas esperando plaza. Residencias que habían sido construidas por el anterior ejecutivo, del PSOE. A esto se le llama hacer política con los más débiles. En Toledo, el conocido como “Hospitalito del Rey” que había sido rehabilitado por 10 millones de euros fue cerrado en el verano de 2011 y la residencia de Illescas que estaba terminada este mismo año, Cospedal, se negó a abrirla.

Tras esta debacle hubo que poner en marcha de nuevo los servicios asistenciales para los mayores, quitar el polvo a servicios e instalaciones infrautilizadas y crear nuevas expectativas para quienes requerían los servicios necesarios al objeto de seguir viviendo con dignidad dentro de nuestra región. Así se pasó de algo más de 47 mil usuarios de teleasistencia con Cospedal, en 2015, a los más de 55 actuales bajo el Gobierno de García-Page. Un servicio que dota de tranquilidad no solo a los mayores que viven solos en sus domicilios, sino también a los familiares que están pendientes de ellos, compaginando deberes y obligaciones con los que puedan seguir adelante con su vida. Esto les ha permitido mantenerse en sus hogares para seguir rodeándose de amigos, vecinos y familiares.

Algo parecido ocurre con el Servicio de Ayuda a Domicilio, que en 2015 tenía 18 mil usuarios y hoy son más de 23 mil, lo que ha llevado a aumentar el número de puestos de trabajo para los auxiliares responsables de estos cuidados, doblando el número de los mismos, ya que han pasado de ser poco más de 3 mil en 2015 a casi 6 mil actualmente.

De la misma manera se han elevado el número de residencias este 2021, alcanzando un total de 343, lo que suponen 27 mil plazas asistenciales disponibles, mientras que las viviendas tuteladas actualmente son 155 con su respectivo incremento de usuarios beneficiados de las mismas.

Al inicio del Gobierno de García-Page, las personas que se beneficiaban de alguna de las prestaciones de la Dependencia eran 36 mil, mientras que este 2121 con más de 60 mil personas las que disfrutan de más de 75 mil prestaciones.

PENSANDO EN EL FUTURO

Es a partir de ahora cuando se generan las dudas. ¿Qué ocurrirá a partir de este 2021? ¿Quiénes serán los “mayores” a partir de ahora?

Cuando uno tiene menos de 30 años considera mayor a  las personas que superan los 50, pero cuando uno tiene 50 considera mayor a los que tienen 70, para los de 70 son mayores los que tienen más de 80 y así sucesivamente pero ¿Quiénes son los mayores realmente? ¿Qué significa ser mayor? ¿Cuándo se es mayor?

Lo cierto es que en el mejor de los casos, todos llegaremos a ser “mayores”, unos más que otros dependiendo de los hábitos cotidianos de cada uno que nos llevarán a un determinado tipo de vida más o menos sana, además de contar con poder disfrutar de los avances médicos futuros.

En fechas muy próximas serán un buen número de personas las que experimenten eso que los expertos llaman “gerontolescencia”, algo que ocurre entre los 50 y los 70 años y que se define como una especie de segunda adolescencia. Una fase de autodescubrimiento, con la búsqueda de nuevos entretenimientos, adaptados a la edad, algunos perseguirán nuevas causas y otros simplemente aprenderán a disfrutar de una familia que tuvieron relegada a un segundo plano, debido a los horarios laborales.

Todo ello contribuirá a mantener la salud emocional, física y mental y con toda seguridad aumentará su esperanza de vida dejando las residencias asistidas para una situación estrictamente necesaria, cuando el cuidado personal se hace prácticamente imposible.

Por ello, la línea de ampliación de los servicios asistenciales en el propio domicilio, como son la teleasistencia o la ayuda a domicilio en CLM, se celebra por usuarios y futuros usuarios por varios motivos. El primero y fundamental es que las personas se mantienen en su entorno social y esto ha contribuido a regularizar las acreditaciones profesionales de las auxiliares del SAD, además de aumentar la creación de puestos de trabajo estables y todo ello contribuirá, sin duda, a frenar en cierto modo la despoblación.

P. Moratilla