BEAUMONT Y EL GAITERO DE GIJÓN

Beaumont es una palabra francesa que, traducida al manchego, significa  “monte hermoso, bonico, bello, relucío, apañao, cómodo de ver….”. Sin embargo, como apellido, es el de un ilustre jefe de las Nuevas Generaciones del PP, españolas y de las JONS, que entre muchas aventuras dedicó un tiempo de su vida a escribir, en vida de ambos, una biografía hercúlea de María Dolores de Cospedal. 

Hay que entender que en la letra pequeña del contrato para dibujar ese retrato al óleo, y cuando la financiación irregular del Partido Popular ya apuntaba maneras a que acabaría donde ha acabado, debió de quedar escrito “te defenderé hasta incluso después de muerta”, políticamente hablando.

Solo en este contexto puede entenderse la maldad que hoy publica un panfleto digital que lleva su cuño y en el que, con un par, se dedica a abrir el tiempo sucesorio de los socialistas en Castilla-La Mancha.  

Esta mañana, un ilustre desconocido me linkeó esa cataplasma y me preguntó a qué venía esto: un tío del PP citando a Page. Se lo expliqué. 

En la letra pequeña de aquel encargo, “hazme una necrológica en vida para mi gloria presente y descanso político eterno”, incluía seguir adorando su estela política hasta más allá de los Juzgados que hoy le abren las puertas.

Por ello, como el escritor asturiano Ramón de Campoamor escribiera en El Gaitero de Gijón, el ilustre Beaumont está tocando la gaita mientras se celebra el entierro de la madre “política” que le encargó el libro. 

Ay, por Dios, Beaumont, tú, castellano viejo malgré tout, con lo fácil que es asumir el refranero de tu tierra: “quien a hierro mata, a hierro muere”. Díselo a tu jefa y no enredes. 

Luis Guerra