EL TAJO NO AGUANTA MÁS TRAICIONES

Cuando se acerca mediados de mes, en Castilla La Mancha, particularmente en los municipios ribereños, sabemos que un nuevo trasvase será aprobado y que en el mejor de los casos 38 hectómetros cúbicos de pura vida circularán por el acueducto Tajo-Segura en detrimento del caudal ecológico del río Tajo.

Así, un mes tras otro, desde aquel funesto 31 de marzo de 1979, cuando corrió el primer litro de agua, hasta completar los 14.000 hectómetros cúbicos trasvasados. El resultado de tan irresponsable decisión, aprobada en plena dictadura franquista, es que las regiones receptoras han multiplicado exponencialmente su desarrollo económico y social a costa de empobrecer a la región cedente hasta convertirla en un desierto hídrico y demográfico.

En Murcia, Alicante y Almería deberían valorar en su justa medida cada litro de agua que reciben y ser más respetuosos con su uso. No se puede regar más superficie de la legalmente establecida, no se puede derivar el agua del Trasvase a las más de 15.000 balsas de riego y decir que falta agua trasvasada, no cabe un nuevo Trasvase mientras en el Levante se suceden una DANA tras otra. Además, Murcia, Alicante y Almería han venido pagando el agua trasvasada tres veces por debajo de su precio real y están obligadas a devolver lo estafado. No cabe hacer más trampas a quien le debes lo que eres porque la generosidad castellanomanchega está al borde del colapso y de cerrar totalmente el grifo.

Si el anuncio del nuevo trasvase ha sido doloroso en extremo, el conocimiento de que quedan pendientes de trasvasar 174 Hectómetros cúbicos de ‘deuda hídrica del Tajo con el Segura’ es sangrante, y más cuando la cuenca del Segura almacena apenas 200 hectómetros menos que la cabecera del Tajo. Como sangrante es que los diputados castellanomanchegos del PP voten hoy en el Congreso una PNL que pone en riesgo la supervivencia de una parte importante de su región y la viabilidad del rio Tajo.

Tago, hijo de Tubal y sucesor de Íbero, no merece tanta traición. El espléndido río al que bautizó con su nombre pide hoy auxilio ante la sobreexplotación de sus caudales hídricos por intereses ajenos a su cuenca y ante la contaminación por vertidos de aguas fecales de Madrid.

Núñez, Ayuso y López Miras deberían saber que el Tajo no aguanta más traiciones y que dos millones de castellanomanchegos estamos prestos a su defensa.

elObservadorDCLM