Carmen Navarro (PP): ¿triles o disciplina de partido?

El pasado 24 de agosto toda España escuchó como Pablo Casado, líder del PP nacional, no pedía sino que “exigía” el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura con los hectómetros cúbicos "pactados y legislados", pero además pide una infraestructura para llegue ese agua a Levante. Diques, embalses y canalizaciones a través de los fondos europeos.

El líder del PP, ensombrecido con el brillo de la presidenta de la Comunidad de Madrid y cuya actividad se ve apagada por el campeón de lanzamiento de huesos de aceituna, el murciano Teodoro García Egea, que ejerce sobre él de “José Luis Moreno” moviendo los hilos que dan vida al presidente del PP, tiene en ambos los argumentos para hacer acto de presencia en los medios de comunicación nacional.  

Casado pone el Plan de Agua del PP a disposición de todas las formaciones políticas, con un solo objetivo: “Que llegue el agua a Levante, en especial a Murcia, clave para el sector primario pero también para el sector turístico” y por supuesto reivindica la llegada del AVE a las tierras levantinas, como si Castilla-La Mancha no existiera, no tuviera sector primario y careciera de sector turístico.  

Este comportamiento “ombliguista” pone de manifiesto no solo la ceguera del presidente del PP, sino también la credibilidad de ese Plan de Agua, que solo hace reivindicaciones para el desierto de Levante, sin tener en cuenta el resto del territorio nacional.

Los castellano-manchegos no existimos para el PP, hasta el punto de que el PP nos utiliza para hacer reivindicaciones en favor de Murcia y contra los propios intereses de la tierra castellano-manchega, como es el caso de la diputada por Albacete, Carmen Navarro Lacoba, que no solo intentó paralizar la rebaja en las asignaciones del trasvase Tajo-Segura (TSS) hasta Levante, sino que ahora presenta una pregunta al Congreso de los Diputados que busca lo mismo que su jefe de filas, Pablo Casado, reivindicaba días atrás, el agua del trasvase en cantidad y frecuencia, hoy imposibles, y contra natura para Murcia. La Albaceteña no tiene reparos en presentar algo que va contra su tierra y contra los intereses y la voluntad de quienes la votaron.

Es absurdo preguntar a Francisco Núñez cuál es la posición del PP de CLM en relación al TTS, porque los hechos son más que las palabras y no sirve de nada decir que se “exige el cumplimiento del Pacto Regional por el Agua”, inspirado en el consenso, cuando en realidad la posición que ocupa el PP de CLM es justo la contraria y frontal a la que transmite ese pacto, mientras la actuación del Gobierno regional, los Grupos Parlamentarios (a excepción del PP), los colectivos sociales implicados y sobre todo la ciudadanía de Castilla-La Mancha, mantiene una postura acorde a las reivindicaciones de ese Pacto Regional del Agua.  

El PP de CLM juega al engaño trilero. Mete bajo el vaso los dados, sabiendo el resultado final, y haciendo creer a quien le mira que el destino será afortunado. Mueve el vaso una y otra vez y siempre hay alguien que pica en el engaño.

La primera vez que Carmen Navarro Lacoba presentó una iniciativa para evitar la reducción de la cantidad de agua a trasvasar, pudo deberse a un imperativo de disciplina de partido, a un error de cálculo o al pago de una deuda anterior, pero esta segunda vez, ya con reincidencia, no tiene argumento posible para justificar su apoyo al Levante golpeando con ello a su propia tierra y a sus gentes.

Como dice el proverbio árabe: “La primera vez que me engañes, será culpa tuya. La segunda será culpa mía”.  

¿Con cuántos engañados a conciencia cuenta ya el PP de CLM?

P. Moratilla