La tangana del madrileño en la catedral de Toledo y el día en que se confundió el Espíritu Santo

La derecha española, PP y Vox, ha cargado contra el Papa Francisco porque aseguran que es “antiespañol”. La guinda la puso el director de “La Razón”, Marhuenda: "A estas alturas -escribió- existen pocas dudas de la escasa simpatía que tiene el Papa Francisco por España. Estoy convencido de que el Espíritu Santo se confundió y los cardenales eligieron un candidato catastrófico".

¿Qué fue exactamente lo que dijo este “catastrófico” Papa sobre una supuesta petición de perdón por la conquista de América? Mucho menos que lo que habían dicho, en relación con el mismo tema, otros papas anteriores como Juan Pablo II o Benedicto XVI, sobre cuya elección al parecer no se equivocó la gracia divina.

A los que arremetieron contra Francisco en su alocución por el Bicentenario de México, en especial Espinosa de los Monteros y Ayuso pero también Pablo Casado, la Conferencia Episcopal les pidió que “leyeran la carta” completa del Papa. Esto fue exactamente lo que dijo Francisco:

"Para fortalecer las raíces es preciso hacer una relectura del pasado, teniendo en cuenta tanto las luces como las sombras que han forjado la historia del país. Esa mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado, que han sido muy dolorosos. Por eso, en diversas ocasiones, tanto mis antecesores como yo mismo, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización".

¿Se puede ser más riguroso y al mismo tiempo más exquisitamente correcto? Sin duda, el Espíritu Santo (no la particular paloma de Marhuenda) estará plenamente satisfecho de su elección y no mirará con tan buenos ojos a quienes están poniendo en peligro la anunciada visita de Francisco a Santiago de Compostela. Por cierto que Feijóo también ha leído la carta y no encuentra en ella polémica alguna.

Por mucho que le duelan las muelas a esta ultraderecha española, Bergoglio es un Papa al que no le cuesta pedir perdón y eso, hoy día, es algo digno de todo encomio. Nadie alberga duda ninguna sobre las sombras de las que habla el Papa durante la conquista y evangelización de América como describe el catedrático de Historia Moderna, Antonio Espino, en su libro “La conquista de América: Una revisión crítica” con testimonios basados en las Crónicas de Indias, sobre masacres, asesinatos, amputaciones de manos y pies, heridas “curadas” con aceite hirviendo, violaciones… Más que sombras, se trató de crueldad y violencia extrema que siempre se ha querido obviar por una cuestión de patriotismo mal entendido.

Esos desmanes durante la Conquista, a la que acudió lo peor de cada casa, los conocemos o los intuimos todos, incluso los patrioteros de pacotilla de Vox y el PP. Seguro que el propio Abascal y la ilustrada Ayuso han cantado alguna noche de farra aquellas letrillas tan famosas y tan españolas: 

“Y a los indios motilones les cortaron… la retirada,
y a las indias por coquetas les cortaron las… coletas”.

¡Ya está bien de estupideces populistas! No vamos a ser más españoles por no reconocer la verdad sobre imperialismos expansionistas y agresivos: todos fueron crueles y no solo los españoles.

Lo que pasa es que este Papa es sensato y no le duelen prendas cuando pide perdón y muestra su “dolor” tras la reciente publicación, por ejemplo, del informe en Francia sobre los casos de abusos sexuales perpetrados por la Iglesia católica, tanto por sacerdotes como por laicos que trabajaban en sus instituciones, al tiempo que ha expresado su "gratitud" a las víctimas por su valentía al denunciarlos. Al menos 216.000 menores fueron víctimas de abusos por parte de sacerdotes o religiosos en la Iglesia francesa desde 1950. La cifra asciende a 330.000 víctimas si se suman los casos de abusos cometidos por parte de laicos en misión de la Iglesia como por ejemplo, en el ámbito de la educación católica o las organizaciones juveniles. El Papa ha expresado que su pensamiento está con las vÍctimas.

Con tanta introducción se me ha ido un poco la mano y apenas he hablado de C. Tangana y la grabación de su vídeo erótico en la Catedral de Toledo. El Arzobispo también pide perdón a los fieles por algo que no ha pasado en la Edad Media sino hace unos días. Es fácil imaginar la movida que se organizó en la Primada, focos, cámaras y acciones como para que el Arzobispado no conociera la existencia del proyecto en su casa principal, aunque puede que sí el resultado final. No debe estar la iglesia tan alejada de la realidad porque todos intuimos cómo iba a ser el videoclip de C. Tangana y la Peluso, cargado de buena música y de erotismo porque ese es su estilo conocido y reconocido ya en casi todo el mundo. El vídeo lleva ya cerca de cuatro millones de visualizaciones en Youtube.

Ya sabemos todos que una catedral no es una discoteca pero iglesia española no debería preocuparse tanto por las manifestaciones de erotismo y amor, incluso en el interior de sus templos, al menos parece que en Francia (y en España) no importaban tanto aquellas sombras. A no ser que definitivamente, la Iglesia Católica haya perdido su esencia y su objetivo de experimentar la trascendencia espiritual que, según K. G. Dürckheim se consigue a través de cuatro medios: la naturaleza y su disfrute; el arte y su belleza; el erotismo y la ternura física y la religión cuando realmente se trataba de un encuentro interior con el espíritu de Cristo.

Sucede que el PP, Vox y buena parte de la curia, preocupados por evangelizarnos con su doble moral, se han olvidado hace tiempo de la trascendencia espiritual, que tanta falta nos hace en la vida actual, para centrarse en asuntos más mundanos como el poder, la política y el negocio. Tal vez un día tendrán que purificar su memoria.

Alguien tendrá que pedir perdón por tanta hipocresía y alguien tendrá que acudir al templo para expulsar de allí a los mercaderes.

Gloria Gallas