Murcia se queja de haber recibido menos agua y España entera debería quejarse por la muerte del río Tajo

Hablar del trasvase del Tajo al Segura, es casi como “hablar de lo mismo”, pero a veces se hace necesario repetir las verdades tantas veces como intentan repetir las mentiras aquellos que piensan que eso las hará realidad.

Descubrir esas mentiras tantas veces como sea necesario se convierte en un deber para quienes luchan para se haga justicia de una vez por todas con la “casposa” infraestructura que colocaron a los castellano-manchegos en un tiempo en el que nos estaba “vetado” opinar sobre asuntos que llamaban “de Estado”.

UN POCO DE HISTORIA

Para entender bien este dilema, se hace necesario viajar con el recuerdo a la situación que se vivía en esta tierra en el momento en el que se puso en marcha la infraestructura franquista que ha llenado de “mierda” el río Tajo, desde que la falta de caudal se suple con las aguas residuales y fecales del “paraíso” de Ayuso.

CUANDO JIMMY CARTER ERA PRESIDENTE DE EEUU...

Era el tiempo en el que el presidente de EEUU era Jimmy Carter y se traía del exilio el cadáver de Alfonso XIII para ser enterrado en El Escorial. Cuando en Madrid nació “la movida madrileña” y el presidente del Gobierno era Adolfo Suarez. Una época convulsa en la que se juzgaba a los asesinos de los abogados laboralistas de Atocha y cuando las comunidades autónomas comenzaban a cobrar vida, con el referéndum en Andalucía que aprobaría su autonomía, la aprobación del Estatuto de Autonomía de Galicia y las primeras elecciones al parlamento Vasco y también al Catalán.

... PAU GASOL VINO AL MUNDO Y MURIÓ JOHN LENNON

El escenario del primer envío de agua del Tajo al Segura no contemplaba teléfonos móviles ni internet, era la realidad que existía cuando Pau Gasol vino al mundo y cuando le llegó la muerte a Félix Rodríguez de la Fuente y a John Lennon. Un libro de bolsillo costaba 400 pesetas (2.40 euros); un menú del día era viable por 300 pesetas (1.80 euros) y se podía ir al cine por 250 pesetas (1.50 euros).

Un año después de inaugurarse el Trasvase, los políticos castellano-manchegos se reunían en Guadalajara para iniciar el proceso autonómico. Dos años después se aprobó el proyecto de Estatuto de Autonomía en Alarcón (Cuenca) y se reenvió al Congreso de los Diputados y un año más tarde, aprobado ya el Estatuto, se nombra al presidente a Gonzalo Payo como segundo presidente pre-autonómico de nuestra región, cuando el levante español ya llevaba tres años recibiendo agua del Tajo.

Antes del toledano Gonzalo Payo, las funciones de presidente preautonómico habían sido ejercidas por el catalán Antonio Fernández Galiano, de UCD, senador por Guadalajara que con posterioridad, a su presidencia preautonómica, fue diputado en la I legislatura de la Asamblea de Madrid. Y es que en esta tierra nunca faltaron los “paracaidistas”.

“De todos estos polvos… nos quedaron estos lodos”. Castilla-La Mancha no tuvo voz ni voto para evitar que se llenara el espacio de la región con una tubería metálica que se llevaría la riqueza, que siempre trae el agua, a lo que se empeñaron en llamar “la huerta de Europa”, mientras un buen número de pueblos de Cuenca y Guadalajara, desaparecían con su preciosa historia, costumbres y tradiciones, bajo el agua de los embalses creados al efecto y a los que llamaban “La playa de Madrid” o “El mar de Castilla”.

NO EL PRECIO, SINO EL VALOR DEL AGUA

Sobra la explicación sobre la afirmación del que el “agua tiene valor y no precio”, primero porque hoy ya no es considerado un recurso inagotable, se ha reconocido como “derecho humano” y sin ella no se puede vivir, ni en Murcia ni aquí tampoco.

El cambio climático va restando con las temperaturas y la falta de lluvia tan apreciado elemento, aunque en Murcia siguen pensando que los únicos que necesitan el agua son ellos, a pesar de que tienen una buena parte del Mediterráneo en sus costas, mientras nosotros no tenemos más agua que la de los ríos, cada vez más escasos  y con cauces cada vez más estrechos, que cruzan nuestras tierras.

Ya en aquel momento, los políticos crearon una legislación difícil de entender y sobre todo difícil de interpretar, que daba lugar a la ambigüedad, porque de esta manera las quejas siempre serían acalladas, con “es que tú no sabes”, “es que eso no es lo que dice la ley” o “lo ha dicho el Gobernador Civil”. Así ha sido durante 40 años y, sólo por poner un ejemplo, aunque los principios de la normativa del Trasvase Tajo-Segura (TTS) no permiten ayudas públicas, hemos sabido por el estudio realizado por Beatriz Larraz, directora de la cátedra del Tajo de la Universidad de Castilla-La Mancha, y por Enrique San Martín profesor titular de la UNED, que este principio no se respetó y que en 2020 se les ha concedido una subvención del 40% de la obra realizada, sin contar el resto de las ayudas recibidas en estos 40 años de funcionamiento del trasvase.

Murcia sigue pidiendo agua (no precisamente para beber) y, gracias a este estudio de la UCLM y la UNED, sabemos que cada vez más barata. Si en 1980 una barra de pan costaba 25 pesetas, hoy pagamos por ello 83 pesetas. Una cerveza de 70 pesetas hoy serían 300, o un simple café que en aquella época costaba 60 pesetas hoy nos costaría 250 pesetas. Pero los regantes del trasvase Tajo-Segura, empezaron pagando 4 céntimos por el metro cúbico de agua de riego y ahora pagan 13 céntimos por la misma cantidad.  Por cada 100 euros que pagaban en 1981 por el agua de riego, hoy pagan 332, pero en realidad se deberían pagar 808 euros.

Esta es la explicación real de la “necesidad” imperiosa que tienen los regantes de levante del trasvase Tajo-Segura, y es que pagan 13 céntimos, cuando solo si se atendiera a las subidas del IPC deberían pagar 18 (sin contar el daño causado, cánones ni impuestos y sus subidas respectivas aplicables a lo largo de 40 años) mientras que por el agua desalada tienen que pagar 34 céntimos el metro cúbico.

LA HUELLA HÍDRICA

La huella hídrica es un indicador medioambiental que define el volumen total de agua dulce utilizado para producir los bienes y servicios que habitualmente consumimos.

Siendo Murcia la “huerta imaginaria de Europa” cuando en la realidad es el “desierto” de España, se empeña en llevar a cabo producciones que requieren una gran cantidad de agua. Por poner un ejemplo, la producción de sandías tiene un coste, o huella hídrica, de 235 litros de agua por cada kilo de producción, la piña serían 255, las patatas 287 y las uvas 608. Pero en el levante español no optan por estas cosechas, que serían más acordes al terreno agrícola del que disponen, sino que se empeñan en plantar leñosos, arroz, algodón o almendros. Si la sandía son 235 litros, los que necesitaría para un kilo de producto,  el arroz necesita 2.283 litros de agua para un kilo de producto, el algodón 4.321 y los almendros 4.554.

No obstante siguen hablando de una buena utilización del agua, aunque no son capaces de cambiar la producción, el tipo de cosecha ni la forma de regar.

EL AGUA DE MENOS Y LOS DATOS DEL AÑO HIDROLÓGICO

Ahora el Gobierno de la Región de Murcia nos cuenta que desde 2018, se han autorizado trasvases del Tajo al Segura por un total de 469,6 hectómetros cúbicos, mientras que el Miteco solo ha aprobado el envío de 328,2 hectómetros cúbicos.

Esta es una burda manera de engañar al lector. Los trasvases en situación “excepcional” nivel 3 los marca la Ministra de Transición Ecológica, aunque la Comisión de Explotación haga su informe (no vinculante) en el que recomienda la cifra. La capacidad decisoria es exclusiva de la ministra.

Estas cifras se corresponden con “lo que se podría haber trasvasado” sin tener en cuenta la precariedad del cauce del Tajo y “lo que se ha trasvasado realmente” atendiendo a las necesidades de la cuenca.

Sin embargo no hablan para nada de lo que se debería haber desembalsado para la subsistencia del río por el bien del propio río y de todos los ciudadanos, (no para incrementar el cajón de la máquina registradora).

Así según los informes de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura, hemos sabido que los desembalses de agua al cauce del río Tajo han estado durante todo el año hidrológico por debajo de la cifra de referencia, excepto en el mes de mayo, o lo que es lo mismo, solo en un año se han desembalsado 76 hectómetros cúbicos menos para el bien del río Tajo. Así en octubre de 2020 se deberían haber desembalsado 25 hectómetros cúbicos que quedaron reducidos a 20. En noviembre fueron 15 cuando deberían haber sido 18…

MES                                     DESEMBALSADO              REFERENCIA

Octubre 2020                    20 hm3                               25 hm3

Noviembre                        15                                        18

Diciembre                          15                                        18

Enero                                  17                                        19

Febrero                              15                                        19

Marzo                                 12                                        18

Abril                                     20                                        23

Mayo                                  25                                        23

Junio                                   30                                        31

Julio                                     33                                        42

Agosto                                43                                        60

Septiembre                        42                                        51

Octubre                              17                                        36

Si uno realiza las operaciones convenientes verá que la cuenca del Tajo ha recibido bastante menos agua de la que debería haber recibido. Si Murcia se queja por haber recibido 141 hectómetros cúbicos menos de agua para regar en el desierto en los tres últimos años, toda España se debería quejar por haber recibido 76 hectómetros cúbicos menos, solo en el último año, de los que los expertos dicen que el Tajo necesita para seguir siendo un río.

P. Moratilla