Oído cocina: ¿Quién fue el cocinero o la cocinera de la trama Kitchen?

La trama apunta a un trasiego de chefs ejecutivos, chefs de cocina, subchefs, asistentes, chefs reposteros, cocineros, ayudantes, sumillers… Una plantilla pagada con fondos reservados del gobierno que presidía Mariano Rajoy. ¿Cuál era el menú del día? Hacerse de cualquier forma con los documentos que custodiaba en su casa Luis Bárcenas y que implicaban a altos cargos del Partido Popular sobre la financiación irregular del partido por entonces en el Gobierno.

El próximo lunes comparece en la Comisión del Congreso Mariano Rajoy, el mismo que perdió la presidencia en 2018 porque, a pesar de conseguir ocultar algunos de los documentos de Bárcenas, la Audiencia Nacional determinó la existencia, desde la fundación del PP, en 1989, de una estructura de contabilidad y financiación ilegal que se desarrollaba en paralelo a las cuentas oficiales. La sentencia de la Audiencia Nacional no pudo ser más contundente: “el PP ayudó a establecer un sistema genuino y efectivo de corrupción institucional a través de la manipulación de la contratación pública central, autonómica y local”.

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

Ese es el primer plato del menú del día. Un plato que debería causar una tremenda indigestión en la opinión pública española y que el lunes veremos cómo Rajoy convierte por arte de magia en unos simples profiteroles. Y un buen puro para celebrarlo. 

El segundo plato es la trama Kitchen, la cocina. Se trata de una investigación de la Fiscalía Anticorrupción con la mira telescópica centrada en el ex comisario Villarejo, el ex número dos de la policía, Eugenio Pino y al chofer de Bárcenas, Sergio Ríos. Entonces, el director general de la policía era Ignacio Cosidó y al frente del Ministerio del Interior estaba Jorge Fernández Díaz, ministro, y Francisco Martínez que era el Secretario de Estado de Seguridad. 

En esa cocina se montó supuestamente la operación con el objetivo de sustraer esos documentos sensibles que guardaba Bárcenas quien por entonces se encontraba en prisión. Según informaciones de varios medios, los policías lograron sustraer a Bárcenas su agenda personal, documentos de la contabilidad del PP, notas sobre financiación irregular de las campañas electorales y otros apuntes sobre la tesorería del partido.

A pesar de esta brillante operación de la policía patriótica, no se pudieron ocultar otras pruebas que demostraron ese sistema genuino y efectivo de corrupción durante cerca de treinta años. 

El Congreso de los Diputados creó la Comisión Kitchen con el fin de esclarecer verdades y responsabilidades políticas. Fernández Díaz echa la culpa al partido, Cospedal dice que Bárcenas es un mentiroso y luego, calla. Hay que imaginar la comparecencia de Rajoy el próximo lunes.

LOS COCINEROS DE COSPEDAL

Llamada a declarar por segunda vez, compareció este viernes ante la Comisión la ex presidenta del PP de Castilla-La Mancha y ex secretaria general del PP durante aquellos años de estrellas Michelín. María Dolores Cospedal se acogió a su derecho de no responder a ninguna de las preguntas. Así es difícil que algo se esclarezca ya que casi todos los comparecientes tratan de huir de sus responsabilidades. Hay que imaginar los aliños de cocina que se han realizado meses atrás en despachos y en encuentros privados.

Durante su comparecencia en la Comisión, Cospedal solo habló para decir que Bárcenas miente. Luego avisó de que no pensaba responder a ninguna pregunta de los diputados en el Congreso sobre la trama Kitchen. Ya hemos dicho que “cocinero” es el apodo con el que los agentes implicados se referían al chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, que fue captado como topo para robar documentos, apoderarse de las pruebas que Luis Bárcenas tenia en su poder sobre la financiación irregular del PP para que no llegaran a la justicia, en concreto al juez Ruz que por entonces instruía el caso. Ríos también debía facilitar información sobre los movimientos de la familia y todo ello a cambio de 50.000 euros de los fondos reservados y una plaza en la policía. 

¿No sabía nada Cospedal de Sergio Ríos?

Mandos policiales aseguraron que el encargado de captar y pagar con cargo a los fondos reservados a Sergio Ríos fue Andrés Gómez Gordo que entró en el operación parapolicial siendo “jefe de seguridad” de Cospedal en Castilla-La Mancha aunque su puesto formal era director de Documentación y Análisis de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha cuando Cospedal era presidenta. 

¿No sabía nada Cospedal de Gómez Gordo?

Otro hombre vinculado a Cospedal desde 2005 es José Luis Ortiz. Fue su asesor en su etapa como consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid. En 2006 fue nombrado asesor del Grupo Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha con Cospedal como presidenta regional del PP. Entre 2008 y 2018, Ortiz fue jefe de Gabinete de Cospedal como secretaria general del PP. Entre 2011 y 2015, Ortiz fue Jefe de Gabinete de la presidenta de Castilla-La Mancha María Dolores de Cospedal. Durante esos años compartió labores en Fuensalida con Andrés Gómez Gordo. Entre 2016 y 2018, José L. Ortiz fue director de Gabinete de la Ministra de Defensa, Dolores Cospedal.

“TODO VA SEGÚN LO PREVISTO”

José Luis Ortiz aparece en diversas anotaciones de los cuadernos del comisario Villarejo como las recogidas en el auto del juez García Castellón: 

“Resulta llamativa la aparición en las agendas de José Luis Ortiz Grande, quien fuere jefe de gabinete de la Presidente de Castilla-La Mancha, la señora Cospedal, desde julio de 2011 a junio de 2015, quien aparece reflejado con las siglas de “ORTI” o “JL”. Así por ejemplo en fecha 8 de enero de 2013 se observa una anotación junto a las siglas ILH (supuestamente el marido de Cospedal Ignacio López del Hierro) en la que se lee: “Propone que llame a JL aunque él le recordará a MD la conveniencia de vernos lo antes posible”. Días más tarde, el 15 de enero, se observa otra anotación de Villarejo con las siglas ORTI: “Aviso de que todo va según lo previsto. Se encarga de trasmitirlo a COSPE”.

Pero, sin duda, la anotación más significativa de Villarejo aparece el 6 de diciembre de 2012: “Cospe: Apoyo a tope en todo. Me envía J.L. Orti con 100 y promete 50 más el lunes. Quedo en informarla”.

¿No sabía nada Cospedal sobre José Luis Ortiz?

COSPEDAL Y LÓPEZ DEL HIERRO, IMPUTADOS

Con estos indicios, el Juez García-Castellón decidió imputar a Cospedal y a su esposo, López del Hierro tras la insistencia de la Fiscalía Anticorrupción por presuntos delitos de cohecho, malversación de fondos y tráfico de influencias. Era la pata política del caso Cocina ya que hasta entonces el magistrado se había centrado en el Ministerio del Interior y en la Policía Nacional donde se urdió el operativo parapolicial. Según la Fiscalía, Cospedal “tendría un interés personal” en el éxito de la trama como supuestamente afectada por la documentación sustraída y como número dos del partido entre los años 2011 y 2015.

El juez decidió citar también como imputado a José Luis Ortiz. En el auto del juez aseguró que la investigación "ha permitido descubrir" que la trama captó como confidente a Sergio Ríos, chófer de Bárcenas. En esa maniobra participó el comisario Andrés Gómez Gordo, asesor de Cospedal, y todo un “círculo de policías implicados”, bajo la dirección de Pino. Gómez Gordo era una “persona de máxima confianza” de la dirigente del PP, subrayó el juez. Además de atar cabos sobre apuntes en las agendas de Villarejo, en octubre de 2012, se produjo un encuentro entre Villarejo y Cospedal con presencia de López del Hierro que fue el detonante para que Cospedal abandonara la política. En verano de 2013 se conocen las anotaciones de Villarejo más comprometedoras para Cospedal: Chiso (Francisco Martínez) quiere plan estratégico para salir del caso LB”; “Problemática por posibles grabaciones de LB”; “pendiente conductor LB”; “Aviso [a López del Hierro] contacto Sergio [Ríos]. Él se encarga de hablar con Andrés [Gómez] Gordo”; “Cospe: varios contactos y posible cita”.

COSPEDAL, SU MARIDO Y ORTIZ, DESIMPUTADOS

Sin embargo, en julio de este año, el juez García-Castellón decidió archivar las pesquisas contra Cospedal y su esposo por la “debilidad” de los indicios contra ellos. Sobre los encuentros de ambos con Villarejo, García-Castellón aseguró en su auto: “no se puede criminalizar el derecho de reunión… “La imputación a ambos investigados de una participación intelectual no deja de ser resultado de una inferencia voluntarista sin fundamento en indicio alguno, pues no hay reflejo de ello en las actuaciones”. El juez también hace hincapié en que no se ha acreditado “La entrega de dinero alguno por nadie del entorno de la pareja, como sospecha Anticorrupción y recogen las agendas de Villarejo. Por ello, el instructor también desimputa a José Luis Ortiz, antiguo jefe de Gabinete de Cospedal.

Sin embargo, el juez propuso enviar al banquillo a la cúpula política y policial del Ministerio del Interior del primer gobierno de Mariano Rajoy con Jorge Fernández al frente. Están acusados de participar en una operación para ocultar documentos comprometedores al juez Ruz que entonces era el instructor de la financiación ilegal del PP. Los procesados son Jorge Fernández Díaz, Francisco Martínez y nueve policías, entre ellos Eugenio Pino y los comisarios José Manuel Villarejo y Enrique García Castaño.

El juez también señaló entre los supuestos culpables a otro cocinero de Cospedal, Andrés Gómez Gordo.

​SOBRE LA NEGATIVA DE CASADO A DESBLOQUEAR LA RENOVACIÓN DEL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL “Pero se ve que no quieren porque a la derecha le va muy bien así. Gracias al bloqueo, la Sala de lo Penal del Supremo que juzga los casos de corrupción está formada por 11 jueces conservadores y 2 progresistas. Fue el CGPJ el que apartó al juez Ruz de la Audiencia Nacional, donde llevaba el caso Gürtel, porque se atrevió a registrar la sede del Génova. A la Audiencia precisamente volvió el juez García Castellón para hacer favores al PP. Primero intentó infructuosamente juzgar a Pablo Iglesias contra el criterio de la Fiscalía, el Supremo y sus propios compañeros de tribunal y que ahora ha desimputado a Cospedal del caso Kitchen y ni siquiera ha tenido a bien tomar declaración a Rajoy, quien por cierto le dio un carguito bien remunerado durante una buena temporada". "El gobierno de los jueces". Javier Gallego. Septiembre 2021. eldiario.es

LA FISCALÍA RECURRE LA DESIMPUTACIÓN DE COSPEDAL

El mismo mes des septiembre, la Fiscalía Anticorrupción recurrió el cierre del Caso Kitchen al ver “suficientes indicios de criminalidad” contra Cospedal. La Fiscalía considera que el archivo de la causa respecto a Cospedal tiene un "carácter manifiestamente extemporáneo" ya que se acumulan "suficientes indicios de criminalidad de su participación en los hechos", según recogía la nota del Ministerio Público. Lo mismo afirman los fiscales para el marido de ésta, el empresario Ignacio López del Hierro, vinculado desde hace décadas al comisario Villarejo.

Se trata de un recurso de apelación contra el auto de García Castellón por el que la fiscalía solicita a la Audiencia Nacional que inste al juez a imputar de nuevo a Cospedal, así como a seguir investigando los datos que apuntan a que Mariano Rajoy estaba al tanto de los manejos del comisario jubilado José Manuel Villarejo. Los fiscales del caso evitan a García Castellón y presentan un recurso de apelación, esto es, para que sea resuelto directamente por una instancia superior, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

Anticorrupción considera “prematuro” el fin de la investigación que decidió García Castellón en julio, sin que se hubieran llevado a cabo diligencias importantes para la causa que había pedido la propia Fiscalía. La Fiscalía explicó en un comunicado que además "piden que se sigan las diligencias que fueron rechazadas por el juez instructor y se  requiera al PP que informe sobre quién tenía asignado un número de teléfono mediante el que, según dijo el comisario jubilado José Manuel Villarejo, se comunicaba con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, a quien dijo mantenía informado de la operación".

EL EX MINISTRO SEÑALA A LA CÚPULA DEL PARTIDO POPULAR

El que fuera Ministro del Interior, el imputado Jorge Fernández Díaz, también recurrió la decisión del juez al considerar, como la Fiscalía, que hay que practicar las diligencias solicitadas por Anticorrupción unas semanas antes de que el instructor pusiera fin a la investigación. Fernández Díaz recuerda que su nombre no aparece en los papeles de Bárcenas y por tanto no tiene ningún interés en la causa, a diferencia de lo que ocurre con los principales dirigentes del PP durante el periodo comprendido entre 1990 y 2009. Además, señala en su recurso que Bárcenas era tesorero del PP y no tesorero del Ministerio del Interior, y que su número dos, Francisco Martínez, pudo recibir órdenes para llevar a cabo la operación desde otros ámbitos, como el PP o el propio Gobierno, sin que él lo supiera. Fernández Díaz niega que diera órdenes para espiar a Bárcenas y asegura que las pruebas que presentó su número dos para acusarle son falsas.

Y EL ÚLTIMO COCINERO: EL FALSO CURA DE CUENCA

En su recurso, la Fiscalía se muestra contraria a la decisión del juez de cerrar el caso del falso cura que asaltó la casa de Bárcenas. Los fiscales del caso piden que Enrique Olivares vuelva a estar imputado. Pero también quieren que se identifique a los policías que le estuvieron visitando en prisión después de que elDiario.es publicara que había sufrido un ictus. Anticorrupción también quiere saber quién ingresaba dinero en la cuenta del falso cura, un supuesto indigente en el momento en el que cometió el asalto al domicilio de los Bárcenas.

Es otro de los platos fuertes de la trama Kitchen, también supuestamente sufragada por fondos reservados. El 23 de octubre de 2013, un delincuente habitual, Enrique Olivares, natural de Cuenca, asaltó disfrazado de cura el domicilio de Bárcenas cuando el ex tesorero del PP estaba en la cárcel. Retuvo y maniató a la mujer y a uno de sus hijos que finalmente logró desatarse y llamar a la policía. Antes, Olivares había reclamado bajo amenaza los papeles que guardaba Bárcenas. Se sospecha que Olivares fue también captado por mandos policiales y que recibió diez mil euros por el asalto de la vivienda. Fue condenado a 22 años de cárcel.

La Fiscalía Anticorrupción quiere abrir algunas puertas que el juez García Castellón cerró, entre ellas quién está detrás del falso cura, Enrique Olivares: “No se puede descartar, escriben los fiscales, que el asalto al domicilio de la familia de Luis Bárcenas, que se produjo el día 23 de octubre de 2013, fecha coincidente con el pleno desarrollo de los operativos de vigilancia desplegados por la UCAO como parte esencial de la Operación Kitchen, estuviera directamente relacionada con esta y hubiera sido también planificada y dirigida por los servicios de seguridad del Estado, al obedecer el asalto a los mismos objetivos de apoderamiento del material documental que pudiera encontrarse en poder del anterior tesorero del Partido Popular".

Y lo más curioso de este cocinero. Olivares sufrió un ictus en prisión donde acudió una comisión judicial en la que participó García- Castellón, la fiscalía y una médico forense de la Audiencia Nacional. Se le encargó un informe sobre el estado del preso a la médico que tuvo acceso al expediente psiquiátrico del interno. Pero la doctora que debía emitir el informe cayó enferma antes de emitirlo. Hizo el informe otro forense y el juez dio carpetazo al caso por imposibilidad de que Olivares pudiera declarar.

La fiscalía pidió que se citara como imputado a Olivares y que se requiriera el informe a la médico forense original pero García Castellón despachó el asunto apoyándose de nuevo en el informe exprés que sirvió para el archivo. Así rechazó la petición de Anticorrupción. 

Este falso cura, con las condiciones mentales tan mermadas que le imposibilitan decarar y al que se describió como un indigente, ha recibido continuos ingresos en su cuenta del peculio de la cárcel cuyo origen la Fiscalía quiere determinar, igual que la identidad de los policías que visitaron en la cárcel a Olivares una vez condenado y por qué lo hicieron.

EL POSTRE, EL OLVIDO: AQUÍ NO HA PASADO NADA

Lo que pretende el Partido Popular obviamente es que toda esta trama, realmente mafiosa e incompatible con una democracia como la nuestra, pase a la historia de la cocina sin pagar la cuenta, un vulgar simpa que, como siempre han pagado solo los otros, os "mentirosos", igual que sucedió en el caso del falso máster de Cifuentes.

Pero realmente es una gran historia que califica a todo un gran partido político de España con Pablo Casado al frente.

DCLM