El presidente del PP en Castilla-La Mancha promovió una rotunda iniciativa contra las macrogranjas

   Lo que dijo Garzón

  “La que no es en ningún momento sostenible es la que llaman de las macrogranjas”.

  “Las 20 grandes empresas multinacionales de ganadería industrial emiten gases invernadero que son ¾ partes del CO2 que emite España”.

“Escogen un pueblo de la España despoblada, meten 4.000 cabezas de ganado allí, o 5.000 o 10.000, contaminan los suelos, contaminan el agua y después normalmente se exporta… Es un carne de peor calidad, es un maltrato animal además lo que se produce y es un impacto ecológico descomunal y desproporcional”. 

“Los ganaderos de ganadería extensiva deberían estar de acuerdo con nosotros porque nunca hemos dicho que no hay que comer carne, sino que hay que reducir el consumo de carne y que la carne que se consuma sea así…”.

  El catecismo de Paco Núñez contra las Macrogranjas  

   (Pleno de Almansa, 29 de  junio, 2018)

1.- “En los últimos meses, nuestra región está en el punto de mira de la industria cárnica menos sostenible, menos saludable y que menos puestos de trabajo genera. El negocio de estos proyectos reside en la demanda internacional de carne porcina. En definitiva, los inversores quieren convertir nuestro país en la “porquera” del planeta".

2.- “Este tipo de inversiones proyecta en varios miles los cerdos criados y engordados al mismo tiempo. En definitiva, se pretende trasformar la ganadería tradicional, saludable, sostenible y de calidad, en grandes infraestructuras deshumanizadas. Es evidente, por tanto que el primer riesgo se plantea en el ataque directo a las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas, gestionadas por autónomos y sus familias”.

3.- “Otro de los grandes riesgos es la contaminación del subsuelo, consecuencia de los purines vertidos en grandes cantidades. El exceso de nitratos en esas defecaciones puede contaminar las aguas subterráneas que después llegan a los pozos y nacimientos para el consumo humano”.

4.- “El tercer ataque a la salud y la habitabilidad de las poblaciones: la contaminación del aire debido al intenso olor producido por estas instalaciones. Pero no solo en las poblaciones donde se instalan, también en los alrededores durante días de mucho viento. A lo que se suma la producción de gases de efecto invernadero, principalmente metano que son evacuados directamente a la atmósfera, sin realizar tratamiento alguno”.

5.- “El tratamiento abusivo de antibióticos al que se somete a los cerdos en estas instalaciones con el fin de evitar que enfermen y sean aptos para el consumo. Ya son dos los profesionales de la medicina, médicos del Hospital Universitario de Albacete, los que hablan en sus informes sobre los perjuicios derivados del consumo de este tipo de carne. Al ingerirla, nuestro cuerpo puede llegar a asimilar estos antibióticos, perdiendo su efectividad cuando los necesitamos para tratarnos enfermedades”.

6.- “Se amenaza a las reservas de agua de nuestros acuíferos pues para la creación de estas instalaciones en Alpera y Ayora se ha solicitado la extracción de 408.000 m3 de agua, lo que puede ocasionar falta de agua para el consumo humano en un futuro e incluso en épocas de sequía”.

7.- “Otro de los motivos para oponerse a la instalación de este tipo de explotaciones ganaderas es la proliferación de insectos y roedores, el impacto visual que producen, los perjuicios al sector vinícola y por tanto la consecuente disminución de turismo en la zona afectada, dañando al sector servicios”.

8.- “Estas industrias no generan empleo, ya que son instalaciones prefabricadas y apenas se necesita personal para su funcionamiento, por lo que pueden provocar la destrucción del ya existente sector. Unos pocos trabajadores o trabajadoras son suficientes para “cebar” a varios miles de cerdos”.

9.- “También es necesario hablar de las condiciones de los cerdos en esas macrogranjas, indignas y contrarias a la vida misma. El hacinamiento de los animales, el estrés al que se someten, su poca movilidad y la aceleración de los procesos de engorde, generan piezas de consumo lejanas a lo natural”.

10.- “Mostrar nuestro absoluto rechazo a la instalación de las macrogranjas porcinas en Castilla-La Mancha y en particular en los términos de Alpera y Alcora”. Apoyar la acción vecinal de plataformas creadas contra la instalación de macrogranjas en nuestra provincia y en poblaciones cercanas. Instar a la Junta de Comunidades para que no subvencione ni autorice este tipo de proyectos, en base a la protección de la salud pública y del medio ambiente. Solicitar a las Cortes regionales que desarrolle y apruebe las regulaciones necesarias, fomentando la ganadería extensiva, natural y sostenible”.