PURO VICIO

Las personas que se pasan la vida intrigando terminan haciéndose adictas y finalmente víctimas de sus propias intrigas. La secuencia fue descubierta hace mil años por los sabios taoístas: “El hombre fuma tabaco, el tabaco fuma tabaco y el tabaco fuma al hombre”. Las maquinarias de Pablo Casado y Ayuso, que son también personas sabias y adiestradas en montajes adictivos, han superado su yo mítico y se han fumado a sí mismas. Puro vicio.

Dos han sido las principales adicciones del PP a lo largo de su historia, una convertirse en un casino donde reciben apuestas cuando están en la oposición y las devuelven multiplicadas cuando recuperan el gobierno y la otra, su fábrica de elaboración de piezas, ensamblajes  y venta al público de montajes para destruir la imagen del enemigo como única acción destinada a mejorar la vida de las personas.

Cuando el tabaco fuma tabaco (yo mítico), la adicción a la nicotina se ha instalado en el sistema neuronal y pide alimento para sobrevivir. Así es como los vicios se convierten en adicciones, reinas del comportamiento repetitivo y empecinado.

En el PP cohabita un nutrido grupo de expertos, tanto en el mundo de los negocios como en el de urdir tramas para dinamitar imágenes y esta vez se han lanzado a una demoledora guerra intestina que les delata y les fractura con sus propias armas.

Los votantes del PP, tan acostumbrados a dejarse odiar al enemigo, no dan crédito y apuestan por uno u otra, destruyendo los argumentos del contrario de la misma manera que suelen hacerlo cuando su partido organiza un montaje similar contra el gobierno o alguno de sus miembros.

Los votantes de otros partidos no dan crédito y llegan incluso a posicionarse en favor de la víctima elegida, el pobre Egea a quien antes no profesaban el más mínimo afecto.

Los grandes muñidores populares esperan sacar por su parte y como es habitual el mayor beneficio del naufragio, mirando ya al futuro con el horizonte puesto en el máximo provecho para los españoles que pasa por conseguir su máximo provecho particular.

En su línea, Cuca Gomorra dice: “somos todos perfecta y absolutamente conscientes de que lo más importante que tenemos es que los españoles necesitan sobre todo soluciones a sus problemas y necesitan al PP porque tienen el peor gobierno en el momento más complicado”.

A la vista de la película, los españoles pueden estar muy contentos porque en este momento tan complicado no esté gobernando en España un partido desatado en el puro vicio de asestarse puñaladas en sus propias vísceras, en directo con mariachis que pasaban por allí y coronas de muerto para el difunto que dirige el partido y que canta bajo el balcón de Sol a la presidenta de Madrid:

… Sé que tú ya no me quieres / Y eso es lo que más me hiere / Que tengo la camisa negra/ Y una pena que me duele/… Mal parece que solo me quedé/ Y fue pura todita tu mentira/ Qué maldita mala suerte la mía/ Que aquel día te encontré/ … Por beber del veneno malevo de tu amor/Yo quedé moribundo y lleno de dolor/ Respiré de ese humo amargo de tu adiós/ Y desde que tú te fuiste, yo solo tengo/ … Tengo la camisa negra/Porque negra tengo el alma/ Yo por ti perdí la calma/ Y casi pierdo hasta mi cama”.

En Puro vicio la película de Paul Thomas Anderson, Coy Arlingen (Owen Wilson) dice refiriéndose al pirado Doc Sportello que interpreta Joaquin Phoenix: “Uno debería hacerse el loco, pero si eres Doc la cosa puede complicarse bastante”.

elObservadorDCLM