El lenguaje "de odio" del PP de CLM: "genocidio", "masacre", "jefes de la banda", "sicarios"…

La diputada regional por Cuenca, María Roldán, ha explicado en las Cortes de Castilla-La Mancha que no es licenciada en Derecho, pero podría haberse ahorrado la explicación. Cualquiera que hubiera escuchado su discurso habría llegado a esa conclusión a tenor del vocabulario utilizado, jurídico pero inapropiado.

La conquense comenzó diciendo que traía al Pleno una proposición no de ley “con el “genocidio” que ha hecho el PSOE con el tren convencional”.

Su propósito sería llamar la atención por la agresividad de sus palabras, y lo consiguió. Tal vez no sabe la señora Roldán que es imposible cometer un genocidio con un tren. Ni siquiera se puede utilizar como ejemplo, símil, o parábola, porque un genocidio según la RAE es el “exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”.

El tren no va a ser exterminado ni eliminado de forma sistemática, y tampoco lo es por su raza, etnia, religión ni política, porque el tren no tiene ninguna de esas cualidades. Eliminar un tren jamás puede ser asimilable a la eliminación de una persona y la señora Roldán deja entrever muy poco respeto a quienes sí fueron exterminados mediante genocidio.

No quedó solo en esto su discurso, sino que a continuación añadió que “el PP viene a traer a estas Cortes la “masacre” que han perpetrado sobre la línea Madrid-Cuenca-Valencia”.

Vuelve a fallarle la gramática castellana a la diputada del PP porque también es imposible cometer una “masacre” con un tren ya que una masacre según la RAE es “una matanza de personas, por lo general indefensas, producida por ataque armado o causa parecida”. Es absurdo una vez más confundir una persona con un tren y tampoco se sabe dónde, en qué rincón de su historia imaginaria está el “ataque armado” frente al tren.

El discurso agresivo, violento y bien encuadrado en un lenguaje “hater” continua con su alocución, cuando habla de “una masacre en la que hay dos culpables del delito. Dos sicarios muy claros y también algún colaborador. Dos sicarios a sueldo que han hecho el trabajo al Gobierno de España y esos dos sicarios son el PSOE de CLM con García-Page a la cabeza y el PSOE de Cuenca con el señor Guijarro, el señor Sahuquillo, el señor Chana, y el señor Dolz como jefes de la banda encargada de cometer la masacre de fulminar al tren convencional”.

Me avergüenza tener en la casa común de los castellano-manchegos, en las Cortes de Castilla-La Mancha, una persona con ese vocabulario, que confunde masacres, vísceras, delitos y genocidios, pero sobre todo da náuseas escuchar como llama sicarios a los políticos que no piensan como ella.

Un sicario, señora Roldán, según la lengua española es un “asesino a sueldo”, y un asesino nunca mata trenes. Un asesino es quien “mata a alguien con alevosía, ensañamiento o por una recompensa” . No se puede matar a un tren, ni con alevosía, ni con ensañamiento.

Pero además es que ha justificado su apelativo porque según usted dice que todos ellos cobran por hacer su trabajo ¿Y usted no cobra por hacer su trabajo? No quisiera pensar que la pagan por utilizar este vocabulario, porque es del todo lamentable que una diputada del PP por Cuenca utilice esta lengua en un Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha.

Es evidente que las personas a las que ha acusado de realizar masacres, genocidios y crímenes no lo son por los hechos por los que usted les juzga, pero si ha dejado usted bien claro que su lenguaje es el que corresponde a un "hater" en toda regla. Una “hater” del parlamento, por lo que, atendiendo a su trabajo, debo entender que usted representa a los “hater” de la región.

Supongo que será pedir mucho que sepa usted el significado exacto de este anglicismo, ya que ha demostrado no conocer el Español, así que para su información le diré que un “hater” es un término proveniente de la lengua inglesa que hace alusión a la persona que se dedicada, a través de las redes sociales o comunidades en línea, a discriminar, denigrar u ofender a una organización, persona o producto. El motivo por el cual llevan a cabo estas actividades puede variar, pero, normalmente, son realizados por odio. Por ello, los haters suelen cometer un delito tipificado en el artículo 510 del Código Penal, que en su apartado b) se concreta en “Quienes produzcan, elaboren, posean con la finalidad de distribuir, faciliten a terceras personas el acceso, distribuyan, difundan o vendan escritos o cualquier otra clase de material o soportes que por su contenido sean idóneos para fomentar, promover, o incitar directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo, o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquél, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias…”.

Delito que puede estar castigado con pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses.

Lamento decirle, señora Roldán, que usted es una pésima representante de las gentes de esta tierra, que en su inmensa mayoría son gentes tranquilas, pacíficas y trabajadoras, que llaman al pan... pan y al vino...vino; y a los políticos ... políticos y jamás "sicarios". 

P. Moratilla