5 preguntas sin llamarle de usted: Fran Valera

¿Crees que es importante la vocación en el mundo de la política?

Directamente creo que quien no tiene vocación, no podrá estar en política. No concibo que alguien sin vocación de servicio público, de ayudar a los demás, hubiera sido capaz de trabajar para dar la cara durante la pandemia u otros momentos duros que se han vivido y se siguen viviendo en esta legislatura.

Participar en política, con mayor o menor dedicación, no es ejercer un trabajo. Significa muchos cambios en tu vida. Hay que tener muy claro que la dedicación es plena, que no existen los horarios de entrada y salida. La entrada es el día que empiezas a participar y la salida, el día que te marchas. Por tanto, es imprescindible esa vocación de servicio público y comprender desde el inicio que aquí no se está para colmar las ambiciones o deseos de uno mismo, sino para responder a las necesidades siempre cambiantes de la sociedad en general o del ámbito de la población en el que estás elegido.

¿Un momento gratificante que recuerdes de tu carrera política hasta el momento?

Sin lugar a dudas, el momento más gratificante y de mayor satisfacción fue el 26 de mayo de 2019, cuando supimos que el Partido Socialista había ganado las elecciones municipales en Higueruela. 

¿Cómo es trabajar codo con codo con Santi Cabañero, presidente de la Diputación de Albacete? 

Poder trabajar con Santiago Cabañero en la Diputación seguramente será de las mejores experiencias vitales que pueda contar cuando pasen muchos años.

Tan importante es en política que alguien confíe en ti para proponerte estar en un determinado puesto como que, una vez que estás en él, te mantenga la confianza para poder trabajar con autonomía y libertad. Y ambas circunstancias se las tengo que reconocer y agradecer a Santiago.

Seguramente aún con un carácter personal totalmente opuesto, compartimos plenamente la visión de lo que entendemos que tiene que ser la Diputación para los pueblos. Y esa circunstancia lo hace todo fácil.

Dada tu experiencia en ambas instituciones, ¿existen muchas diferencias entre el trabajo en Diputación y en el de un Ayuntamiento?

En Diputación decimos mucho que somos el '112 de los Ayuntamientos', especialmente de los más pequeños. 

Creo que los municipios de nuestra provincia tendrían muy complicado, por no decir imposible, prestar los servicios públicos o tener las instalaciones de las que disponen, sin la ayuda técnica y/o económica de la Diputación. De igual manera, la razón de ser de la Diputación está en la atención a las localidades: perdería todo su objeto sin la existencia o la necesidad de atención de los municipios. Más que diferencias entre ambas instituciones, lo que existe es un matrimonio indisoluble: aquí no cabe el divorcio.

Como les gusta decir a mis compañeras del Gabinete de Comunicación la Diputación es “la Casa Provincial”. 

¿Qué retos futuros te marcas como vicepresidente de la Diputación de Albacete?

El reto seguramente sea el mismo del primer día: poder seguir hasta el último trabajando de la manera más ágil posible para dar respuesta a las cuestiones que los representantes en los Ayuntamientos nos plantean diariamente. 

Tenemos muchos proyectos en desarrollo, en plena ejecución. Desde cuestiones relacionadas con inversiones en los municipios, a obras en más del 10% de la Red Provincial de Carreteras pasando por el desarrollo de un ambicioso Plan de Formación para el Empleo, el Programa 'Dipualba Protege' que, por un total de 10 millones de euros, va a llegar a más de 1.500 personas. Por tanto, ése es el reto. Continuar con el desarrollo de todas esas cuestiones que van a venir a mejorar la calidad de vida de quienes viven en la provincia de Albacete.

DCLM