"Pinchazos" y sumisión química. A quien corresponda…

Si hay un hecho diferente que marque este verano de 2022, al margen de las olas de calor y los incendios que parecen ya ser una constante con el cambio climático, es el que viene marcado con la inseguridad de los pinchazos a mujeres en las salidas nocturnas y normalmente relacionados con locales de ocio.

Esto no significa que los hombres estén exentos de prácticas similares. Recientemente alguien cercano sufrió las consecuencias de “algo” echado en la bebida con el objetivo de robar a la víctima (sumisión química).

Ocurrió en su primer día de vacaciones, por lo que el botín fue importante. La víctima tuvo que volver a su casa, tras recibir un envío de dinero para realizar el viaje de vuelta y con las consecuencias de haber ingerido, Dios sabe qué, que le hizo olvidar no solo todo lo que había pasado, sino incluso cómo había llegado hasta el destino de sus vacaciones, dónde se hospedaba  y con quien estaba.

No consiguió el interés de los Mossos, tras denunciarlo, en Salou (Tarragona), lugar donde se habían producido los hechos. La víctima no percibió curiosidad en la averiguación del delito, tras decirle que “esto ocurre aquí todos los días” y a pesar de que el recorrido que hizo la víctima estaba lleno de cámaras, de bancos, hoteles y comercios. La propia policía les informó que “siempre son las mismas (en este caso mujeres) y conocen tan bien el recorrido que saben por qué lugar de la acera tienen que caminar para no ser grabadas por las cámaras”.

A nivel sanitario tampoco hubo mucho que destacar ya que el servicio de urgencias no les entregó el parte médico. Así que la víctima volvió a su casa sin dinero, con dolor de cabeza, náuseas, un borrón en su memoria y sobre todo impotencia.

Ahora en esta misma zona se habla del mayor índice de denuncias por pinchazos a las mujeres, aunque a estas alturas del verano las denuncias han proliferado por todo el territorio nacional. La sumisión química en la bebida y el pinchazo, que en la inmensa mayoría de los casos da negativo y puede obedecer a la típica broma pesada, también pone en peligro la seguridad de las víctimas porque ¿dónde ha estado antes la aguja o a quién ha pinchado previamente? Son dos dudas que llevan a las víctimas a una situación poco deseable, al darse hasta cinco casos en un mismo lugar y en un intervalo corto de tiempo, con el VIH, la hepatitis, el Covid y la viruela del mono circulando en el ambiente, entre otros muchos riesgos.

Indeseables hay de los dos sexos y víctimas también, aunque haya una manifiesta mayoría de mujeres.

Ha llegado el momento de que “a quien corresponda” tome cartas en el asunto, como ya ha hecho el alcalde de Valladolid regalando tapas para los vasos a los locales de ocio de la noche. Mientras tanto salir en grupo con gente que se conozca, no dejar la copa perdida, sino tenerla siempre a la vista y en caso de encontrarse raro o mal ir a casa, pero con alguien de plena confianza, no con alguien que acaba de conocer en el bar.

elObservadorDCLM