PROTESTAS CONTRA AYUSO: ESTA VEZ NO ESTOY DE ACUERDO CON PAGE

Suelo estar de acuerdo con Page porque le prometí fidelidad desde que libró a Castilla-La Mancha de Cospedal, la ilustri pepera que ya se había instalado en su cigarral y en sus caprichos, entre ellos los de cercenar lo público, la sanidad y la educación, en fin ya conocemos sus debilidades.

Page es bastante correcto y quiere llevarse bien con todo el mundo, excepto con Podemos y a veces con su jefe Sánchez, aunque no descarto yo que luego hablen catalán en la intimidad. Page le hace menos ascos a Feijóo que a Podemos aunque si se aplicará el cuento que ahora se le ha ocurrido al gallego, habría seguido en 2015 gobernando el PP en Castilla-La Mancha porque la de Cospedal fue la lista más votada. Page gobernó entonces gracias al apoyo de Podemos aunque luego es verdad que los chicos morados hicieron de las suyas y no apoyaron los presupuestos y puede que Page no durmiera bien pensando en ellos igual que Sánchez pensaba en las jugarretas que podía hacerle y le hacía Pablo Iglesias para presumir de que meaba fuera del tiesto socialista.  Luego, en 2019, los castellano-manchegos le dieron a Page su mayoría absoluta y es probable que repita en este 2023 porque es moderado, lo ha hecho bien y porque defiende a Castilla-La Mancha.

Por su parte, parece que Feijóo y Ayuso se van soportando un poco más o les han obligado a soportarse quienes mandan en la derecha que están fuera de las siglas y puede que se estén planteando ya en la sombra el reemplazo del gallego por la rodríguez. Parece que cuando el PP cambia de líder, el nuevo hace subir al partido en las encuestas pero solamente suben hasta que conocen al nuevo remplazo en la intimidad. Ahora deben haber pensado que la defenestración y subida a los altares del nuevo líder debe perpetrarse aproximadamente un mes antes de las elecciones para que no dé tiempo a conocerle. Aunque se les plantea otro problemón: que a la rodríguez ya la conocemos.

Los estudiantes de la Complu la liaron el martes con la rodríguez, es decir que llamo rodríguez con minúscula a Ayuso porque todo el mundo sabe que Isabel es la voz de su amo, MAR, quien la silba para que venga y para que vaya a decir lo que toca. Ayuso llevaba en las redes al perro de Espe y MAR lleva a Ayuso en sus redes que son ocurrentes y cercanas a los bares porque MAR lleva también las redes de los bares, a veces se marea más de la cuenta y es cuando debe tener esas ocurrencias de las cañas y de las propinas.

No sabemos el motivo por el que el primer veterinario rector de la Complutense, Joaquín Goyache Goñi, experto en enfermedades transmisibles de animales salvajes y exóticos, decidió por su cuenta, cargo y riesgo, proponer a Isabel Díaz Ayuso como “alumni ilutre” de la Complu porque esa fue una decisión suya algo particular ya que la presidenta de Madrid no estaba en la lista de ilustris que propusieron todos los departamentos, secciones, unidades departamentales y el equipo decanal, lista que finalmente fue aprobada por la Junta de la Facultad de Ciencias de la Información. Eran siete, entre ellos Pérez Reverte, y allí no aparecía nuestra rodríguez por ninguna parte.

No estoy muy de acuerdo en este caso con Page que ha criticado los escraches de los estudiantes de la Complu: “¡Ayuso, pepera, los ilustres están fuera!”, gritó la alumna que había conseguido las mejores notas el año pasado porque el rectorado prohibió la entrada de estudiantes que no fueran de la facultad y acudieron al recinto a dar su opinión sobre la decisión del dedo de Goyache. Eso, Emiliano, no fue un escrache como los que asediaban día y noche la vivienda de Iglesias, eso fue la expresión de un temor fundado de un posible contagio viral de peligrosa ignorancia transmitida por una ilustri animal exótico a la muy noble facultad donde también estudió la abajo firmante, para extenderse luego en pandemia por todo el campus.

Y es que el listón de los pensadores de verdad debe estar muy bajo y da la sensación de que estamos en plena travesía del desierto de verdaderos ilustres como los hubo en España en otros tiempos que ponían las cosas en su sitio e iluminaban conciencias dormidas: ¿dónde se esconden los eruditos que traten de hacer un poco de pedagogía en este mundo más falso que una lesión de Djokovik?

Gloria Gallas