El sitio al optimismo y las estatuas de sal

Lo sabemos y por eso no caemos en la más absoluta desesperación. Siempre que en España gobierna un partido o una coalición distinta a la derecha, organizan un auténtico sitio al optimismo, de manera que todo tiene que ir muy mal para que ellos recuperen el poder y nos salven cuanto antes de esos "planes ocultos para convertir a España en una república colectivista bolviariana dentro de un plan de mutación constitucional que se mantiene oculto a los ojos de los ciudadanos". Esa es su estrategia, todo es negro y el futuro es mucho más negro. No solo se alegran de las peores crisis que nos llegan del cielo o del infierno y consideran ilegítimo cualquier gobierno que no sea el suyo, también falsean datos, inventan repúblicas bolivarianas y nunca los comparan con los datos que ellos mismos firmaron cuando estuvieron en el gobierno. Nunca miran atrás para no convertirse en estatuas de sal.

Se lo ha recordado Pedro Sánchez a Feijóo en el Senado cuando el líder del PP critica que en España tengamos una tasa de paro del trece por ciento, la mitad de la tasa de paro que tenía España cuando gobernaba el Partido Popular. Criticó Feijóo que en España tuviéramos dos puntos de inflación por encima de Alemania, pero no dijo nada cuando tenemos cuatro puntos menos.

Lo mismo sucede en Castilla-La Mancha. El PP de Paco Núñez considera “terrible o un drama regional” la situación del paro en la región cuando el actual gobierno lo ha rebajado a la mitad del paro que había con el gobierno del PP hasta conseguir los mejores datos de empleo de los últimos quince años. Lleva toda la legislatura asegurando el PP de la región que el actual gobierno fríe a impuestos a los ciudadanos cuando en realidad eliminó muchas tasas nuevas que impuso el PP cuando estuvo en el gobierno y cuando, en realidad, es una de las regiones con las presiones fiscales más bajas de Europa. Para sorpresa de todos, el propio Feijóo ha reconocido en una comparecencia pública que el actual gobierno de CLM ha bajado los impuestos.

Y qué decir de la sanidad pública, otra de las quejas permanentes del PP de la región. En los cuatro años de gobierno del PP en Castilla-La Mancha el presupuesto de nuestra Sanidad se redujo en casi dos mil millones de euros y las inversiones pasaron de 296 millones en 2009 a poco más de 48 millones cuando el PP terminó su legislatura, en 2015. El gobierno “popular” despidió a 2.791 profesionales de nuestra sanidad pública y tenía previsto, según la documentación que dejaron en los cajones, despedir a 7.000 más si hubieran seguido en el gobierno. El PP de Castilla-La Mancha cerró en nuestra región 688 camas en los hospitales, uno de los mayores tijeretazos de toda España. El actual gobierno de Castilla-La Mancha ha duplicado la plantilla que el gobierno del PP consideraba la “plantilla óptima” para nuestra región.

También pasó en Galicia. Desde 2009, Alberto Núñez Feijóo recortó más de 1.000 millones la sanidad pública gallega, echó a más de 1.300 sanitarios y cerró 900 camas.

Por eso, el gobierno del Estado ha tenido que trasferir 434 millones de euros de los Presupuestos del Estado para la atención primaria que es competencia de comunidades que recortan en la sanidad pública.

Pesimismo como estrategia y crítica “dramática y terrible” sin mirar nunca a su propia herencia.

elObservadorDCLM