Ojo con el matrimonio del PP con los regantes, que nos quieren dejar secos

Después del espectáculo del clan de regantes Rus-Valdelobos con su querella contra García-Page que ha coincidido con la intención del PP de Andalucía de potenciar los regadíos desde Doñana y el acoso permanente del clan PP-regantes en Murcia para mantener a capa y espada el trasvase Tajo-Segura, parece llegado el momento de echar un ojo a los regantes que anteponen sus intereses a los recursos reales de agua, con pleno apoyo político y electoral del Partido Popular.

Antes quiero aclarar que vivimos en un periodo de grave sequía que puede ser cíclico o permanente debido a la crisis climática que ya es un hecho tanto científico como constatable, aunque desde el PP lo hayan negado siempre, refiriéndose al “ecocomunismo”. Se hizo también famoso aquel “primo de Rajoy”, un supuesto catedrático que se oponía a la existencia del cambio climático.

Ante la sequía hay que tomar medidas. Es una grave crisis y todos los gobiernos deben unir sus esfuerzos para hacer posible y sostenible la agricultura con el agua que tenemos. Pero parece una obligación moral de los partidos políticos dejar de lado el electoralismo, ofreciendo un agua que no existe, empezando por la cabecera del Tajo. Deben ser los técnicos quienes determinen como hacer más eficientes los riegos porque existen ejemplos de otros países que ya lo han logrado.

Lo que no puede hacerse bajo ningún concepto es gastar ya una gota más de agua de la que tenemos, dejando además una reserva para consumo humano y manteniendo los caudales ecológicos de los ríos.

Partido Popular y grupos de regantes han formado un matrimonio de conveniencia que ha funcionado muy bien en Murcia donde el PP realiza un encendido y evidente discurso en apoyo del agua del Tajo, aunque diversos estudios aseguran que las necesidades de la agricultura se verían satisfechas con el agua desalada y el uso limitado y sostenible de las aguas procedentes de los acuíferos subterráneos. El hidrogeólogo Luis Francisco Turrión, que lleva más de 25 años estudiando la Cuenca del Segura, ha asegurado que “Murcia puede ser perfectamente autosuficiente con el agua subterránea y no necesitar el trasvase Tajo-Segura nunca más”.

Pero eso, claro, no le interesa en absoluto al PP de Murcia que hace bandera patriótica apoyando a los regantes y al trasvase para recibir a cambio su particular trasvase de votos. Tanto si tienen agua como si se les niega porque no hay excedente.

Hemos visto fotos del presidente del PP, Paco Núñez, con los regantes que presentaron la querella criminal por un supuesto y falso caso de corrupción que el PP denominó, a través de uno de sus medios de comunicación, como más grave que el de los ERES. Luego vino la Audiencia Nacional y, en dos sentencias, desmontó el bulo que era, sin duda ninguna, un artificio en la precampaña electoral para ensuciar la imagen de Page y para mayor gloria de Núñez que ha salido escaldado. Pero eso no le importa lo más mínimo, ni a él ni a su ministra del campo, Lola Merino, la agricultora de secano.

Hemos visto a la diputada de Adelante Andalucía Maribel Mora, explicar en el Parlamento andaluz que “Doñana iba a quedarse desierta", igual que escaño de Moreno Bonilla donde la diputada vertió un vaso de arena. Escuchamos al presidente del Parlamento llamarla al orden y decirle que si lo que quería era llamar la atención “que se comprara un mono”.

Las instituciones competentes de la Unión Europea han alertado de la Ley del PP de Andalucía que tiene mayoría en su parlamento junto a Vox y que puede suponer un atentado ecológico de gran calado. Tanto Moreno Bonilla como Feijóo han hecho del tema una bandera en defensa de Andalucía contra el gobierno del Estado y el resto de las regiones. El PP utiliza los mismos resortes que los nacionalistas a quienes tanto crítica y lo hace un tema tan grave y preocupante como la sequía, con tango desparpajo y tan estudiada hipocresía.

Se han publicado noticias que alertan sobre el tiempo que se tarda en cerrar un pozo ilegal en Doñana: diez años.

Es inmoral hacer política electoralista ofreciendo agua a los regantes cuando vamos camino de una sequía y una escasez de agua que lleva camino de convertirse en el principal problema de España y de parte del resto de Europa.

César Ortega