Señor Paco Núñez: no se puede tener coche oficial y cobrar dietas por kilometraje

La frase se atribuye a Albert Einstein: “Dar ejemplo es la única manera de influir sobre los demás”. Una persona que se pasa el día criticando la forma de actuar de los otros, debería demostrar con sus propios actos que su comportamiento es impecable. Sabemos que no suele ser así por distintos motivos. Hay quien critica todo el tiempo a todas las personas porque es una manera de tratar de demostrar cierta superioridad: ¡mira este lo que dice!, ¡mira esta qué pinta tiene! Las críticas permanentes se convierten en una adicción con una ventana abierta directamente al odio social. Y desacreditan finalmente a sus autores cuando se demuestra que no predican precisamente con el ejemplo.

Si trasladamos este proceso al mundo político, nos encontramos con un enjambre de censuradores que nunca suelen ver la viga en su propio ojo. Corren el riesgo de quedar descalificados en cuanto se descubre que pecan tanto o más que lo que critican.

Le ha sucedido al líder del Partido Popular en Castilla-La Mancha, Paco Núñez. No ha habido día en los últimos cuatro años que no haya lanzado duras ofensas contra la Junta, contra el presidente García-Page. Ha contado con medios de comunicación que han puesto altavoz a sus bulos, llegando a asegurar, en las últimas semanas, que habían pillado a Page en un grave caso de corrupción y que, además, pretende expropiar la tierra a los agricultores.

Se ha demostrado que ambas afirmaciones eran falsas, pero eso no ha detenido a Núñez en su afán por juzgar, condenar y tratar de demostrar su superioridad moral.

Pero le han pillado. Paco Núñez, el honrado por exclusión del resto de los pecadores, tiene coche oficial y al tiempo ha estado cobrando dietas por kilometraje de las Cortes Regionales. El Parlamento Autonómico ha concluido que, según el artículo 11.4, de su reglamento es incompatible tener coche oficial y cobrar esas dietas. El secretario de Organización socialista ha dicho que se trata de un caso “grave porque ningún portavoz, ningún presidente de un grupo parlamentario, ni del PP, ni del PSOE, ni de Ciudadanos, ni de Podemos, a lo largo y ancho de nuestros cuarenta años de autonomía han estado haciendo uso al mismo tiempo del coche oficial y cobrando dietas ilegales… Desde el PSOE creemos que se puede haber cometido algún delito de prevaricación, incluso algún delito de falsificación documental… Porque alguien en el grupo parlamentario popular ha estado pasando unas dietas que no existían, certificando unos viajes que no correspondían…”.

El candidato del PP, que ha exigido una estricta moralidad al resto de los políticos durante toda su andadura, ha reconocido el hecho porque no puede negarlo ya que está documentado en las Cortes, pero se ha justificado diciendo que "se trata de un error administrativo", ha devuelto el dinero cobrado ilegalmente y le han recordado que no solo se trata de una cuantía importante sino también “de una forma de actuar”.

Es conocida la frase: “Tus actos siempre hablan más alto y más claro que tus palabras”. Quien predica una cosa y hace la contraria, se auto descalifica, quien predica con el ejemplo debe ser ejemplar y sus explicaciones deben ser convincentes. En estos tiempos confusos, todos necesitamos hechos, más que palabras. Acciones reales, más que falta de autenticidad y simple retórica. Y, volviendo a la frase del principio, un político que quiere ser influyente ante los demás, debe dar ejemplo.

elObservadorDCLM