En los últimos años se ha puesto de moda lanzar bulos a través de las redes sociales, que llegan a hacerse virales. En estos últimos meses además, se cuenta con el agravante de la intención que tienen estos bulos, el objetivo al que se apunta con ello, que no es otro que el de arañar una serie de votos para hacerse con el control del Gobierno de la nación.

De todos es conocida la facilidad con la que mienten algunos políticos, con el único propósito de calentar los ánimos a determinados colectivos y este es uno de esos casos.

Desde hace algunos días, se mueven con apariencia de "noticias" algunos artículos que hablan de la “demolición de grandes presas” en España en los últimos años. Demoliciones de las que se hace responsable al Gobierno de España y en concreto a Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Es fácil crear la confusión, cuando no se tienen muy claros los conceptos de los que se habla, por eso, en algunos de esos “bulos” se hace referencia a una serie de datos que, según quienes los envían, provienen del Ministerio de Transición Ecológica, pero como con todos los datos, lo importante no es la cifra, sino la interpretación que se realiza de la misma, por eso se habla de “destrucción masiva de presas y embalses”, relacionadas con algo que preocupa mucho en los últimos días en esta tierra, que no es otra cosa que “la sequía y el abastecimiento de agua”, sobre todo en Cataluña y Aragón, donde en algunas zonas han visto como se han tomado medidas para evitar la ausencia de agua en los grifos de los hogares.

Estos mensajes suelen estar basados en los informes Dam Removal Progres, de la Fundación Mundial de Migración de Peces, elaborados entre 2021 y 2022, pero se pasa por alto que no hablan sólo de presas, sino de todo tipo de barreras fluviales, como pueden ser azudes (muro grueso, más pequeño que una presa, construido en un río para reconducir el agua hacia una acequia) o muros, cuya función no es embalsar agua. Sin embargo quienes los utilizan sí hablan de “presas y embalses”  por lo que podríamos perfectamente identificar esta información como “bulo” porque falta a la verdad.

Siguiendo con el informe, vemos que el 76% de las barreras o azudes demolidos en 2021 eran inferiores a 2 metros y que en 2022 el 71% de las construcciones demolidas tampoco superaban los 2 metros, el 25% tenían una altura comprendida entre los 3 y los 4 metros y tan solo el 4% superaba los 4 metros. Debe saber el lector que para ser considerado “presa” se deben superar los 10 metros de altitud.

MUROS Y AZUDES DEMOLIDOS (2000-2021)

Fuente: MITECO

Todas ellas, según ha certificado el Ministerio, se han derribado porque ya “no estaban en funcionamiento” y todas ellas han sido demolidas “por inutilidad, abandono o problemas de seguridad”.

De las 241 barreras demolidas en el año 2021 todas ellas eran azudes, que no sirven para embalsar agua, sino sólo para derivar caudal, a otros usos, generalmente regadíos.

En España hay más de 1.200 presas, que para mantener esa calificación, deben acumular más de 1 hectómetro cúbico de agua. Si lo que se ha derribado hubieran sido “presas”, tal como dicen los bulos, se había notado en la capacidad de los embalses, o así al menos lo defienden los expertos, y eso es algo que no ha ocurrido.

Los expertos del Ministerio, además, han llegado a afirmar que “No se han demolido presas con función de suministro de agua, sino obstáculos que no tienen ninguna función” y han explicado que el 99% de los obstáculos que se han derribado, ha sido porque éstos “podrían provocar avenidas o inundaciones”. A todo ello hay que sumar que su demolición ya estaba prevista desde hace varios años y no ha sido consecuencia del episodio de sequía que nos asola en este momento.

Fuente: MITECO

De hecho entre 2007 y 2018 fueron demolidas algunas presas por motivos de seguridad (aparición de grietas o acumulación de sedimentos) y otras fueron demolidas por la finalización de las licencias concedidas tal como establece la propia Ley de Aguas. En concreto, durante este tiempo, se habrían demolido el 0.3% de las presas de nuestro país (y en este caso si hablamos de presas y no de azudes).  

Es lamentable que en época electoral, cuando todo debería estar más claro, es cuando más proliferan los bulos, las mentiras y las desinformaciones con el único objetivo de confundir al elector. Algo que se viene convirtiendo en rutina en los últimos años. Lo dicho, lamentable...

P. Moratilla