EDITORIAL: Si Abascal amenaza con expulsar de Vox a quien se oponga al trasvase, habrá que expulsar a Vox de Castilla-La Mancha

A veces hay que hablar en su mismo lenguaje: ¿Cómo pretenden gobernar nuestra tierra unos partidos, VOX y PP, que con tanta claridad se oponen a los intereses de Castilla-La Mancha?

Lo ha dejado muy claro Santiago Abascal en Murcia: expulsará de Vox a quien se oponga a los trasvases de agua como el del Tajo. No sabemos qué cara se le habrá quedado al Partido Popular de Paco Núñez que apuesta todo su futuro a un gobierno con Vox en Castilla-La Mancha. Claro que los dos partidos son trasvasistas y en eso coinciden en una tremenda contradicción: no se puede apoyar a Murcia con el agua y querer gobernar en nuestra tierra. Eso no es de recibo. Es una desfachatez de un facha y una pasada. Al menos Vox reconoce que no va a apoyar nuestros intereses, lo dice claramente. Otros intentan disfrazarse de corderos para que tratemos de olvidar las tropelías de Cospedal cuando ocupó nuestra tierra. Ella si fue una okupa.

Abascal que lleva en su ADN la amenaza constante, la intimidación y la coacción, asegura que expulsará de su partido como un dictador a quien se oponga a los trasvases: "más les vale". El líder de Vox acaba de tratar de expulsar de nuestra tierra a miles de castellano-manchegos que, sin ser de Vox, llevamos muchos años clamando contra el trasvase para poder utilizar el agua del Tajo de nuestros embalses para beber y para regar nuestros campos. Porque todos sabemos que cada vez vamos a tener menos agua, que esa va a ser la guerra que vivirán nuestros hijos y nuestros nietos, aunque en su insoportable e interesada incultura negacionista, Abascal contradiga a los científicos de todo el mundo que están hartos de avisar que vamos a vivir en el planeta temperaturas desconocidas hasta ahora y largos periodos de dura sequía. En vez de verde, el color de Vox debería ser el marrón de las tierras yermas. O el negro.

Que Abascal expulse de Vox a todos los que se opongan al trasvase, mucho mejor, que se queden solos con sus discursos avasalladores plagados de matonismo, de insultos y de ignorancia.

El líder de Vox también amenaza con expulsar de su partido a quien se oponga a la creación de un Plan Hidrológico Nacional. Se refiere al mismo plan que intentó poner en marcha Aznar, el mismo plan fantasma que reclama el PP de Castilla-La Mancha para justificar que nunca se posicionan contra el trasvase del Tajo. Pero ese Plan Nacional nació muerto porque reclamaba agua del Ebro y del Tajo para el Mediterráneo y el Levante y las regiones y provincias que se aprovechan del agua del Ebro se negaron rotundamente a realizar trasvases. El plan fracasó y ahora vuelven a reclamarlo cuando saben que nunca va a salir adelante porque solo Castilla-La Mancha ha sido solidaria y ha tragado sapos y culebras durante cincuenta años privándonos de millones de metros cúbicos de agua que nosotros también necesitamos: no puede ser que la huerta murciana este verde con el agua del Tajo y que nuestros campos estén secos. Nuestra agricultura, que tanto dicen defender el PP y Vox, también necesita agua. 

Queremos el agua del Tajo, señor Abascal y expulsaremos de Castilla-La Mancha a quien quiera seguir llevándosela. 

En ese lenguaje tan agresivo, Abascal arremete también contra el Partido Popular y le advierte que los pactos no le van a salir gratis, que va a exigir políticas extremistas.

Ni ese lenguaje, ni esas políticas suicidas las queremos en nuestra tierra.

DCLM