El PCE de CLM exige que Numancia de la Sagra vuelva a ser la Villa de Azaña

A juicio de la formación Comunista es una decisión que debería haberse tomado ya y “que se encuentra mandatadas dentro de la Ley” como “la obligación de retirar de los edificios públicos cualquier elemento que sirva para la exaltación, personal o colectiva de la sublevación militar y/o la dictadura”. y que están relacionadas con la aprobación de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, y que entran dentro de sus competencias como Alcalde del  ayuntamiento del municipio de Numancia.

Esa toma de decisiones se encuentran mandatadas en el artículo 35.3 del mencionado texto legal ,que indica la obligación de retirar de los edificios públicos cualquier elemento que sirva para la exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura,

Además Jorge Vega, recuerda que hoy hace 87 años, la toma del municipio por parte de las tropas franquistas al mando del regimiento llamado Numancia, la villa de Azaña recibió el nombre de Numancia de la Sagra porque el comandante Velasco decidió, el 19 de octubre de 1936, que el nombre le recordaba al presidente de la Segunda República, Manuel Azaña, y que por tanto debía ser cambiado por el del regimiento. En el acta que se conserva en el Ayuntamiento acerca del cambio de nombre, de fecha 19 de octubre de 1936, se da cuenta de que el Comandante militar del batallón Numancia recibe de una comisión gestora, nombrada y presidida por él mismo, la solicitud al Jefe del Estado, Franco, de que en lo sucesivo la villa lleve el nombre de Numancia de la Sagra. A pesar de que el secretario encabeza el acta, como es costumbre:

“En la villa de Azaña…”y se sella con un tampón que dice: “Alcaldía de Azaña” y se cierra el acta con: “Numancia de la Sagra, a 19 de octubre de 1936”.

Es decir, que la petición surte efectos inmediatos, sin esperar a que nadie de más arriba conteste nada. Así se escribe la historia. Así se apañó el arreglo jurídico del cambio de nombre de Azaña: Sin el menor rubor, eliminando de esta forma más de ocho siglos de historia del pueblo desde que fue fundada.

El Secretario General, tacha este hecho de “esperpento e infamia” porque “nadie puede imaginarse que en un país democrático y avanzado un pueblo lleve el nombre de un batallón del ejército golpista, fascista”, injustamente usurpado en 1936 en la guerra civil con las armas por delante, fue ilegal e ilegitimo.

Por todo ello, desde el Partido  Comunista de Castilla-La Mancha, y desde su Área de Memoria Democrática, le exigimos que en uso de sus facultades como Alcalde cumpla la ley de memoria democrática, eliminando la denominación franquista del  municipio de Numancia, y se le devuelva el nombre a la villa de Azaña con más de 800 años. La historia es tozuda, y la verdad, al final resplandece”. Es de justicia y sentido común  recuperar su nombre histórico y verdadero de AZAÑA