Blanca Fernández destaca el papel "esencial" de 'El Chaparrillo' en la liberación del 95% de las águilas imperiales ibéricas que entran en este centro de recuperación

La delegada de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, Blanca Fernández, ha destacado el “trabajo esencial” que se realiza en ‘El Chaparrillo’, que ha sido capaz de liberar al 95 por ciento de todos los ejemplares de águila imperial ibérica que han entrado en este del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre.

Una cifra “impresionante” para la delegada y que demuestra que “tenemos un equipo de profesionales extraordinario que juega un papel esencial en uno de los mejores centros de España” en este ámbito.

Así se ha expresado Blanca Fernández momentos antes de participar en la suelta de dos ejemplares de águila imperial en el término municipal de Viso del Marqués junto a la alcaldesa de la localidad, Fátima Ginés; la delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Cristina López; y el alumnado del colegio de Infantil y Primaria ‘Nuestra Señora del Valle’, además de personal del propio centro de ‘El Chaparrillo’.

En este contexto, la delegada provincial de la Junta de Comunidades ha explicado que en los últimos años, concretamente desde el 2015, coincidiendo con el periodo de gobierno de Emiliano García-Page y hasta que finalice el 2023, “se habrá soltado 32 parejas de águila imperial ibérica en la provincia ciudadrealeña -9 de ellas en lo que resta para finalizar el presente año-, una especie que está en peligro de extinción y que estamos haciendo enormes esfuerzos por recuperar”.

Blanca Fernández también se ha congratulado de la recuperación paulatina de esta especie gracias a la reducción de la mortalidad que se produce esencialmente por los tendidos eléctricos y los venenos, pero “la recuperación en los últimos 15 años se puede catalogar de milagrosa en Castilla-La Mancha, porque hemos pasado de tener 50 parejas reproductoras a 400 en la actualidad, que es multiplicar por ocho”, un dato que sitúa a la región como el lugar con más águilas imperiales, al concentrar el 50 por ciento de esta especie.

Dos hábitats de águila imperial ibérica en la provincia de Ciudad Real

Además, la delegada de la Junta ha subrayado el “enorme trabajo” llevado a cabo en la provincia de Ciudad Real, donde existen dos hábitats que se han preparado para esta especie, como son la comarca del Campo de Montiel y Sierra Morena. Y como dato ha destacado que henos pasado de 12 nidos en el año 1994 a 100 águilas imperiales ibéricas en la actualidad.

En cualquier caso, ha dicho que “tenemos muy claro que hay que seguir trabajando firmemente por la corrección de los tendidos eléctricos, que son los más peligrosos, puesto que la concienciación sobre los venenos ya está muy instaurada y su uso es más minoritario que hace 15 o 20 años”.

Precisamente, Blanca Fernández ha recordado que el Gobierno de Castilla-La Mancha sacó una convocatoria el pasado mes de abril “de prácticamente 5 millones de euros para el arreglo o la corrección de hasta 400 kilómetros de tendidos eléctricos y evitar con ello la mortandad de esta especie protegida que aún está en peligro de extinción”.

Objetivo: sacar al águila imperial del peligro de extinción

Aprovechando la liberación de estos dos ejemplares, la delegada de la Junta ha manifestado que “hoy quiero volver a reeditar ese compromiso del Gobierno de Emiliano García-Page con el nuevo Plan de Recuperación del águila imperial en Castilla-La Mancha -actualmente está en fase de participación ciudadana- en el que nos hemos marcado el objetivo de que en los próximos 10 años el águila imperial deje ser una especie en peligro de extinción, tal y como se pretende hacer con el lince, lo que demuestra que cuando nos ponemos a hacer las cosas bien hechas, las hacemos”.

No obstante, Blanca Fernández ha valorado el actual plan por los “magníficos resultados” que ha cosechado, sin olvidar que “el sentimiento ecologista tantas veces denostado es el que ha hecho posible que precisamente administraciones públicas como el Gobierno de Castilla-La Mancha fuesen sensible a que había que recuperar el águila imperial y el lince ibérico”, de ahí que haya concluido afirmando que “si seguimos como estamos, vamos a ser capaces de decir con orgullo que somos la generación que sacamos del peligro de extinción a estas dos especial tan importantes para la Península Ibérica”.