PP y Vox, o cómo inventar y salvarnos del apocalipsis

“Los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.

Y el primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego, mezclados con sangre, y fueron arrojados a la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada, y se quemó toda la hierba verde…” (Apocalipsis).

Vivimos en un mundo lleno de problemas, hay quien intenta resolverlos y hay quien intenta magnificarlos y aprovecharse de ellos. Puedo entender vuestra ominosa jugada, puedo tratar de explicar cómo habéis pervertido la razón, pero me temo que va a servir de poco, al menos entre los que ya se han dejado vencer por vuestra irracionalidad que todo lo soporta. Pero trataré de hacerlo en pocas palabras.

El proceso va por fases. De la primera se encarga el Partido Popular. Hace años que su forma de llegar al poder es únicamente destruyendo al contrario. No intentan demostrar que podrían ser mejores gestores, ni políticos más capaces de resolver los problemas de los ciudadanos. Hace tiempo que el PP no intenta llegar al gobierno por su capacidad de trabajo. Todo su empeño se basa en triturar al contrario, machacar su imagen cada día en sus intervenciones públicas y, luego, a través de sus medios de comunicación. Machacar y, al tiempo, incitar al odio. Buscan lo peor de cada escenario, explotan cada situación negativa, nunca se alegran cuando baja el paro, cuando salimos de una pandemia, cuando brillamos en cualquier escenario europeo o mundial. Cada día celebran sanedrines con sus especialistas en heraldos negros, siempre critican, crean fantasmas y malos augurios, nuestra economía se va a desplomar… Nunca ofrecen soluciones porque las soluciones no les interesan, todo lo contrario: les interesan los problemas, los contratiempos. Y si no los hay, se los inventan.

Una vez que han creado el caldo de cultivo insistiendo en los temas del momento hasta la saciedad, entra en escena el brazo armado del PP. Vox sale a la calle para convertir en tragedia esa comedia del descontento social. La gran mentira parece ya una horrible verdad. Ahora llegan los superlativos, el apocalipsis, el desastre, la devastación.

De una casi nada simple inventan una hecatombe de la que deben salvarnos, dice Feijóo en una entrevista tras la investidura de Sánchez: “Este gobierno es un paréntesis, devolveré la esperanza a España”.

No hace falta que nos devuelva la esperanza, hace falta que un día Feijóo, el PP, Vox decidan ponerse a trabajar. Por España.

elObservadorDCLM